Llevo mucho tiempo buscando una palabra que me defina, o más bien que encierre todo lo que hago, ya que soy bastante ecléctica y utilizo diferentes herramientas. De hecho, desde hace más de veinticinco años trabajo en el campo del bienestar utilizando diferentes técnicas corporales, sensoriales, energéticas, artísticas y espirituales, ayudando a las personas a redescubrir todo su potencial, para que puedan ser su mejor versión. Pero toda definición era demasiado estrecha para mí, no resonaba conmigo, porque al fin y al cabo, el crecimiento personal y profesional van de la mano, así que con los años mis propuestas han evolucionado y desde hace más de diez años me ocupo casi exclusivamente de las mujeres, de su bienestar físico, emocional, mental y espiritual. Pero cuando la definición de «Doula del Alma» me llegó en la meditación, todo tuvo sentido y fue como si todo encajara.