Mañana por la tarde, casi dos horas después de la puesta de Sol, la Luna alcanzará su máxima expansión en Leo, signo que representa al Rey fuerte y valiente que se expresa a sí mismo y a su singularidad: quiere que nos sintamos legitimados para ser nosotros mismos, para expresarnos libremente y para compartirnos con el mundo, desprendiéndonos de la personalidad, derribando el castillo de ilusiones que hemos construido a lo largo del tiempo y dando espacio a nuestra esencia para que pueda expresarse con total libertad. La Luna se opone al Sol en Acuario: el eje Leo-Acuario confronta la individualidad con lo colectivo, recordándonos que sí, que todos somos iguales (Acuario) pero que nadie es igual a otro (Leo), por lo que nos pide que expresemos nuestra identidad y singularidad frente a los demás.
Leo nos enseña que todo es posible y nos invita a no dudar nunca de nosotros mismos y de nuestros sentimientos, instándonos a escuchar a nuestro corazón y a avanzar con confianza hacia nuestros sueños y deseos. Nos ayuda a reconectar con nuestro centro irradiante, con nuestra fuente original de energía y creatividad, y a encontrar el valor para mostrarnos en nuestra singularidad, sacando a la luz quiénes somos realmente. Al encarnar las energías del liderazgo, la compasión, la vulnerabilidad, la fuerza y el amor, nos invita a prestar atención a la verdad de nuestro corazón. Pero reconocer y admitir esta verdad requiere vulnerabilidad y mucho valor. Más aún en este momento, en el que las energías son muy intensas.
De hecho, en Acuario, signo de Aire, tenemos al Sol en conjunción con Plutón, el planeta de la transformación, la muerte y el renacimiento. Acuario nos habla de libertad, así que en esta luna llena de alguna manera nos confronta con aquello de lo que creíamos habernos liberado, mostrándonos dónde en realidad seguimos encadenados e incitándonos a soltar el control.
Los dos luminares y Plutón forman una cuadratura en T con Júpiter en Tauro, por lo que es probable que las emociones, que ya tienden a aflorar durante las lunas llenas, se amplifiquen aún más. Mercurio y Marte están conjuntos en Capricornio: pensamiento y acción están alineados, hay coherencia entre lo que pensamos y lo que hacemos; y lo que es más, están conjuntos en el signo de Capricornio, concretando nuestros pensamientos y acciones. Pero Capricornio está regido por Saturno, que representa a Kronos, el dios del tiempo, así que Mercurio y Marte nos están invitando de alguna manera a utilizar nuestra fuerza de voluntad para, al menos, conseguir algo de tiempo para explorar, crear y avanzar hacia la vida que deseamos; para ello, puede que tengamos que enfrentarnos a viejas formas de pensar.
Superemos miedos y resistencias, sintámonos dignos de ocupar nuestro espacio, de sentarnos en nuestro trono, soberanos de nosotros mismos y de nuestro corazón. Conectemos con el corazón y démosle la oportunidad de expresarse, pues todos tenemos talentos únicos que debemos honrar y compartir con los demás. El mundo necesita nutrirse de la belleza que todos hemos venido a dar, así que dejemos que brille nuestra luz.
Feliz luna llena, Francesca Zangrandi
