Dentro de unas horas, la Luna alcanzará su máxima expansión en Virgo, signo de Tierra que representa el arquetipo de la Sacerdotisa, la Mujer Medicina. De hecho, el término «virgen» no tiene nada que ver con la connotación moderna de «casta, inocente», sino que indica a la mujer que mantiene su individualidad e independencia, sin dejarse influir por los demás, que es completa en sí misma y está en contacto con la Madre Tierra: sabe cuánto puede ayudarnos con sus remedios, pero al mismo tiempo desea actuar para sanar la Tierra.
Y el signo de Virgo es también el que nos invita a poner nuestros dones y talentos al servicio de los demás, recordando lo que hemos venido a hacer en esta vida.
Sabemos que con la luna llena el Sol y la Luna están en signos opuestos y complementarios, por lo que tenemos la oportunidad de trabajar la polaridad. El signo de Piscis representa el infinito, es imprevisible, escurridizo y extático, es espiritual, intuitivo, soñador, mientras que el signo de Virgo representa los detalles, es escrupuloso, analítico y centrado, concreto e intelectual, por lo que aparentemente podría parecer que Piscis representa el caos y Virgo el orden, pero creo que esto es demasiado reduccionista. Al fin y al cabo, el signo de Piscis esconde un orden trascendente, superior: trasciende los límites para disolverse en el todo, por lo que en esta expansión y fusión encuentra un orden superior, que obviamente es difícil de comprender con el análisis sistémico de la mente, típico de Virgo. Para comprender este orden, hay que utilizar las cualidades de Piscis: la fe, las emociones, la entrega total sin miedo a perder los límites.
Por lo tanto, podríamos decir que Virgo y Piscis son una expresión diferente de la misma energía, porque, aunque es bien sabido que Virgo ama el orden, los detalles, el perfeccionismo, en el fondo lo hace para controlar el caos. Necesita acciones concretas, cotidianas, repetitivas, para crear límites, certezas, y no perderse en el mar infinito de variables que no puede controlar; por eso, crea pequeños rituales mágicos que le ayudan a recuperar el orden.
Pero el signo de Virgo también nos pide que incluyamos en nuestros hábitos diarios algo de tiempo para dedicarnos a nosotros y a nuestro bienestar, porque al fin y al cabo, este signo también nos habla del cuerpo y de la salud. No es casualidad que gobierne el abdomen y los intestinos: la medicina tradicional siempre ha considerado los intestinos fundamentales para nuestra salud, y para la Medicina Tradicional China, los intestinos separan lo puro de lo impuro; de hecho, Virgo disecciona, analiza, separa, examina, clasifica para conservar sólo lo verdaderamente importante.
Así que esta luna llena podría favorecer un realineamiento con la salud y la sanación, entre otras cosas porque también tenemos a Quirón en Aries conjunto con el Nodo Norte, recordándonos que sólo sanando nuestras heridas podremos avanzar en nuestro camino de evolución y crecimiento, y al Sol conjunto con Mercurio (regente de esta luna llena) y Saturno, recordándonos que es hora de cambiar nuestra mentalidad y creencias, y de asumir responsabilidades y ser disciplinados.
Al fin y al cabo, todavía estamos en febrero, el mes de la purificación. Y esta luna llena precede a la luna llena en Libra, que irá acompañada de un eclipse lunar.
Que esta luna llena nos ayude a elegir el camino correcto para madurar y crecer, Francesca Zangrandi