Mañana por la mañana, poco más de una hora antes del amanecer, se perfeccionará el primer cuarto lunar, que se produce cuando la Luna forma una cuadratura con el Sol. La Luna está en Géminis, signo de Aire, y el Sol en Piscis, signo de Agua: mente y corazón frente a frente, pensamientos y emociones buscando el diálogo.
La Luna en Géminis nos habla de comunicación y nos conecta con el poder de la palabra, ayudándonos a expresar quiénes somos y qué queremos. Estimula nuestra curiosidad y deseo de compartir e interactuar, y además está en conjunción con el asteroide Vesta, que representa el fuego interior que nunca se apaga, nuestra llama interior que nos lleva a buscar nuestra verdad; por lo tanto, nos invita a comunicar quiénes somos y a llevar nuestra llama al mundo.
Pero la Luna y Vesta también están en conjunción con el asteroide Medusa. En el mito, Medusa era una de las Gorgonas, y su cabeza con cabellos de serpientes era capaz de petrificar a cualquiera que la mirara; pero Medusa no era así inicialmente, de hecho tenía muchos pretendientes, pero fue violada por Poseidón (Neptuno) en el templo de Atenea, y Atenea se enfureció tanto que convirtió el pelo de Medusa en serpientes e hizo su cara tan aterradora que petrificaba a cualquiera que la mirara. En astrología, Medusa representa el punto de la vida en el que se pagan las decisiones equivocadas y en el que podemos seguir cometiendo el mismo error si no aprendemos la lección. Pero al mismo tiempo nos impulsa a ir por la vida en busca de la verdad.
El Sol en Piscis, en cambio, nos habla de amor incondicional, de expansión total, de conexión con el todo, de canalización creativa y nuevo renacimiento. Además, está en conjunción con Neptuno, el regente de Piscis.
Esta abundante energía de Piscis (Venus y Saturno también se encuentran en el signo) puede por un lado percibirse como muy mágica, porque nos conecta con nuestros sueños y deseos más profundos, pero por otro lado también es muy caótica y desorientadora.
Siendo Piscis el signo que cierra el zodíaco, es como si de alguna manera nos invitara a abrirnos a una nueva versión de nosotros mismos, cerrando con algo para dejar espacio a algo nuevo.
Además, el Sol y Neptuno también están en conjunción con el asteroide Hygiea, que representa a la diosa griega de la salud y la higiene, hija del dios de la medicina Asclepio y de Epione, «la que alivia, la que mitiga, la que cura», invocada como ayuda preventiva en las enfermedades, la que se ocupaba de la medicina preventiva (cómo cuidar el cuerpo físico y mental para evitar las enfermedades, en lugar de curarlas una vez contraídas), y que por tanto traerá una buena dosis de sanación y purificación.
Que sea un tiempo de gran toma de conciencia y de profunda sanación, pero también de conexión con los deseos profundos que anhela nuestro corazón, porque falta poco para la entrada del Sol en Aries, que hará que nuestras acciones se centren y sean eficaces, ayudándonos a manifestar concretamente nuestros sueños. Francesca Zangrandi
https://youtu.be/qp2ZPBy3cxI?si=8g0Fw-LvFbpXQbk7
