Esta noche, unos cuarenta minutos antes de medianoche, se perfeccionará el último cuarto lunar, el segundo de este año, pues ya tuvimos uno abriendo el año, el 4 de enero.
Cuando la Luna está menguante, nos ayuda a limpiar, a desprendernos de lo viejo para dejar sitio a lo nuevo; el mes pasado el último cuarto lunar tuvo lugar en el signo de Virgo, mientras que esta vez será en el signo de Libra.
Libra es el primer signo que se enfrenta a la dimensión de los demás, por lo que nos brinda la oportunidad de trabajar las relaciones interpersonales (no sólo de pareja). Una de sus enseñanzas es la búsqueda constante del equilibrio, invitándonos a encontrar un término medio entre las polaridades, enseñándonos que equilibrándolas como podemos experimentar el centro y el equilibrio. Esta fase lunar, que se produce justo el día después del solsticio de invierno (en el hemisferio norte, porque en el sur están en la polaridad opuesta, el solsticio de verano), que marca el inicio del nuevo año astronómico, presenta dos signos cardinales: la energía cardinal es una llamada a la acción, nos recuerda que es el momento de empezar con un propósito claro.
Capricornio y Libra son signos cardinales, es decir, inician las nuevas estaciones (en el hemisferio norte, Capricornio marca el comienzo del invierno y Libra el del otoño). Los signos cardinales invitan a la acción: tienen una visión clara de lo que quieren conquistar y actúan para lograr sus objetivos; pero mientras Libra intenta hacerlo junto a otra persona, Capricornio se inclina más por hacer el camino en solitario.
Los signos cardinales podrían considerarse iniciadores, capaces de transformar una idea en una acción concreta y, por tanto, inclinados a tomar sus vidas en sus propias manos. Pero mientras Libra tiende a actuar en el presente con la vista puesta en el futuro, Capricornio también tiene en cuenta el pasado. Libra, el consejero, nos da sabiduría interpersonal. Capricornio, el arquitecto del zodíaco, estructura su vida a largo plazo. Así que esta fase lunar es un momento excelente para reflexionar en profundidad sobre cómo queremos estructurar el Año Nuevo que se nos avecina.
El Sol no sólo está en cuadratura con la Luna y el Nodo Sur en Libra, sino también con Neptuno en Piscis y el Nodo Norte en Aries, formando una cuadratura en T y pidiéndonos así que encontremos un equilibrio entre emociones, sueños, ilusiones, practicidad y concreción.
Venus, el regente de esta Luna, está en Acuario y está en cuadratura con Urano (regente de Acuario) en Tauro (regido por Venus), pero forma un trígono con Júpiter en Géminis y con Lilith en Libra (regida por Venus). Así que este Venus ya nos está preparando para lo nuevo que viene, invitándonos no sólo a hacer las cosas de otra manera, sino también a romper moldes sin preocuparnos demasiado por los convencionalismos e ir a por lo que queremos, que Júpiter está expandiendo y ampliando nuestras posibilidades.
Que estos últimos diez días de 2024 sean una gran oportunidad para crear armonía y belleza en nuestro alrededor y en nuestras relaciones, como ama el signo de Libra, pero también para hacer espacio soltando lo que no queremos conservar en nuestra vida y en nuestras relaciones, para poder empezar 2025 de la mejor manera posible. Francesca Zangrandi