Hoy, día de los enamorados, la Luna estaba en el signo de Cáncer, su domicilio, pero está a punto de entrar en el signo de Leo, donde alcanzará su máxima expansión el miércoles.
El signo de Leo representa al Rey fuerte y valiente que se expresa a sí mismo y a su singularidad: quiere que nos sintamos legitimados para ser nosotros mismos, para expresarnos libremente y para compartirnos con el mundo, soltando la personalidad, derribando el castillo de ilusiones que hemos construido a lo largo del tiempo y dando espacio a nuestra esencia para que se exprese con total libertad. Dejándola libre nos fusionaremos con el todo, sentiremos la conexión con otras almas, la conexión con todas las formas de vida.
La Luna se opone al Sol en Acuario: el eje Leo-Acuario confronta la individualidad con lo colectivo, recordándonos que sí somos todos iguales (Acuario) pero que nadie es igual a nadie (Leo), por lo que nos pide que expresemos nuestra identidad y singularidad frente a los demás.
Y la Luna está sola en una mitad del zodiaco, mientras que todos los demás planetas están en la mitad opuesta, como si el cielo nos dijera en este momento que lo importante no es lo que hacemos sino lo que sentimos, recordándonos que debemos habitar nuestras emociones profundas, dejar que se expresen los sentimientos profundos de nuestra alma.
¿Cómo conectamos con nuestra alma? Evitando las actividades mentales y dando prioridad a las que llevan nuestra atención a las emociones.
Porque, al igual que el rugido del león, esta luna nos pide que seamos valientes a la hora de ponernos a nosotros mismos, nuestro trabajo, nuestras relaciones y nuestras pasiones en el punto de mira. Nos pide que celebremos quiénes somos, quiénes y qué amamos, y por qué. Y la Luna forma una Gran Cruz fija con el Sol y los Nodos Lunares, así que dejemos que la Luna ilumine nuestro camino, mostrándonos qué senderos seguir y cuáles dejar atrás, porque nos hará ver con claridad dónde debemos enfocarnos si queremos crecer más, aunque sea de una manera totalmente inesperada.
En artículos anteriores ya he hablado de que Venus y Marte están cada vez más cerca y caminarán juntos durante mucho tiempo: esto es inusual dado que viajan a ritmos diferentes y suelen encontrarse de paso, permaneciendo juntos sólo unos días; pero Venus ha salido de la retrogradación y se mueve más lentamente, caminando junto a Marte.
Y justo el miércoles se producirá la conjunción perfecta de ambos en el signo de Capricornio, por lo que, aún más que hoy, con la luna llena podremos experimentar una gran unión interna que nos permitirá luego crear y manifestar lo que deseamos.
La astróloga Nina Kahn escribió: “Venus es el planeta asociado al romance, el amor y el placer en la astrología, mientras que Marte es el regente cósmico de la pasión, el sexo y la acción. Cuando estos dos cuerpos celestes unen sus fuerzas en el zodiaco, como lo harán en febrero, denota el comienzo de un nuevo ciclo que se relaciona con nuestros deseos.”
Y este tránsito durará mucho tiempo: aunque se irán separando poco a poco, Marte y Venus viajarán juntos por los signos de Capricornio y Acuario, disfrutando de su danza amorosa y dándonos la oportunidad de trabajar en nuestra sagrada unión interna. ¡Y desde esta unión interna podremos manifestar nuestra auténtica verdad!
Leo nos enseña que todo es posible y nos invita a no dudar nunca de nosotros mismos y de nuestras emociones, animándonos a escuchar a nuestro corazón y a ir con confianza hacia nuestros sueños y deseos; nos ayuda a reconectar con nuestro centro radiante, con nuestra fuente original de energía y creatividad, y a encontrar el valor para mostrarnos en nuestra singularidad, sacando a relucir lo que realmente somos. Que nuestro sol interior se realice y se exprese plena y auténticamente.
Feliz luna llena, Francesca