¡Aquí estamos, un nuevo año ha llegado! Dejamos atrás el año 2018, un número 11 (2+0+1+8=11), número maestro, un año que vino a ponernos a prueba y que actuó como un espejo para que pudiéramos ver lo que todavía tenemos que hacer (qué debemos soltar, reprogramar, sanar, etc…), y ahora hemos ingresado en 2019, un número 3 (2+0+1+9=12; 1+2=3).
El número 3 se expande y crea, trayendo más actividad, energía, entusiasmo e interacción con el mundo; es el símbolo de conciliación por su valor unificador (tanto el 2 separa, como el 3 une) y su expresión geométrica es el triángulo, símbolo del retorno del múltiplo a la unidad (dos puntos separados se ensamblan y se unen en un tercer punto). De este modo, el 3 nos permite salir del antagonismo, superando la visión parcial y reductora del dualismo, ya que dos elementos no pueden reconciliarse sin la ayuda de un tercer elemento.
Con respecto a los doce días santos de Navidad, hoy, 1 de enero, la dedicación se hace a Libra, un signo moderado, en el que prevalece la estimulación mental a expensas de las emociones y el lado práctico de la vida. Las ardientes pasiones del verano están atrás, las hojas se vuelven amarillas y comienzan a caer, la naturaleza se detiene y es hora de presupuestos y elecciones: la cosecha se ha hecho, se ha conservado y ahora es el momento de compartirla de la misma manera, al igual que, en base a los resultados, hay que elegir si aumentar o disminuir las cantidades para sembrar el próximo año.
El patrón cósmico gobernado por Libra es la belleza del mundo: su marca se puede ver en cada paisaje, árbol, arbusto, planta y en toda forma de los reinos de la naturaleza. La belleza y la armonía son la firma de Libra (Venus y Saturno exaltan su gusto artístico), y todo cuanto viene bajo la influencia de este signo celestial expresa tales atributos divinos, por lo que la tarea de hoy es ver la belleza y armonía en toda manifestación materica.
El discípulo relacionado con Libra es Tadeo, quien fue el ministro de la belleza: muchos y de largo alcance fueron los resultados de las obras que el hizo.
En el cuerpo, el centro relacionado con Libra son las glándulas adrenales, que podemos visualizar en perfecto funcionamiento, por lo que hacen que todo el organismo viva en equilibrio, tanto físico como psicológico.
El pensamiento bíblico en el que podemos meditar hoy es: «Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres» (Juan 8,32)
Como Igor Sibaldi nos recuerda, «verdad» es una de esas palabras con un significado esquivo: en latín es «veritas», que significa «lo que se cree» (no por nosotros, sino por otros), que es lo que debemos creer (el mundo del deber) y al que estamos obligados a cumplir. Pero el evangelio está escrito en griego y verdad se dice «alìtheia», que significa «quitar el velo»: el velo representa la verdad de los demás que oculta nuestra verdad, por lo tanto, si quitamos el velo nos sentimos libres. Por otra parte, además de la verdad que otros nos imponen (veritas) y de lo que nos decimos a nosotros mismos, también hay otra verdad: verdad en hebreo es «emmeth», que en jeroglífico significa «algo que tienes dentro de ti»; es la misma palabra, en hebreo, de «madre» (la madre es la que mantiene al niño dentro de ella), por lo que «emmeth» significa «saca lo que tienes dentro».
Si en 2018 no nos cuidamos a nosotros mismos y a nuestras necesidades, 2019 nos da una segunda oportunidad para hacerlo. Siendo un número 3, 2019 será un año especial para la creatividad y la expresión de esta creatividad; nos pide que abandonemos la zona de confort, descubramos nuestra verdad (emmeth) y la vibremos en el mundo.
Feliz 2019, Francesca Zangrandi