Mañana será luna nueva en Cáncer, y también nos acompañará un eclipse total de Sol en Cáncer.
En los días dominados por Cáncer, las emociones y los sentimientos predominan sobre la racionalidad, y estamos interesados en retirarnos a espacios totalmente privados, donde se pueda satisfacer el deseo de intimidad. De hecho, Cáncer es el primer signo de Agua en el zodiaco, y nos sumerge en nuestras emociones más primitivas, aumentando nuestra sensibilidad; en la práctica, nos aleja de la actividad mental típica de Géminis para guiarnos a contactar nuestra alma, recordándonos, por lo tanto, que nuestra casa está donde está nuestro corazón.
Si analizamos el glifo de Cáncer (formado por dos paréntesis que se cierran en un anillo y se oponen formando un círculo), vemos que las curvas están orientadas hacia el interior y que el movimiento indica tanto un retorno sobre sí mismo como el paso desde un estado de ánimo a otro; por lo tanto, sugiere contacto con el mundo interior y representa sensibilidad, intuición y emoción. Pero también podemos ver en ella la representación del símbolo infinito del eterno devenir de la vida, recordándonos así la fuerte conexión de Cáncer con el ciclo de la vida.
Por lo general, atribuimos este símbolo a las garras de cangrejo, pero la astróloga Joanne Wickenburg sugiere que en realidad representa el símbolo del útero femenino, que contiene el feto, o incluso el pecho; y, de hecho, la figura simbólica y mitológica asociada con el signo de Cáncer es, sin duda, la Diosa Madre.
Para los indios americanos, la Madre Clan de este ciclo lunar es «Ama todo», que representa amar la verdad que reside en todas las formas de vida. El entendimiento principal que nos da es que evolucionaremos sea lo que suceda: la curación y el crecimiento pueden necesitar muchos ciclos, pero «Ama todo» nos dará amor incondicional hasta que podamos romper la mecánica de la esclavitud por nuestra cuenta auto-inducida.
Este viaje de apertura a la verdad ya había comenzado con la última luna llena en Sagitario, y ahora estamos en el apogeo de la temporada de los eclipses.
La palabra «eclipse» proviene del latín «eclīpsis», que a su vez es la adaptación del griego «ékleipsis», un nombre derivado del verbo «ekléipein», que significa «dejar, abandonar»; y estos dos eclipses de julio (el próximo será con la luna llena) nos piden que abandonemos todo lo que ya no vibre con los deseos y necesidades profundas de nuestra alma, para alinearnos cada vez más con nuestra misión de vida.
El de mañana será un eclipse total de Sol, por lo que nos ofrecerá la oportunidad de morir y renacer: la luna se interpondrá entre el Sol y la Tierra, ocultando completamente al Sol; es decir, la luz del ego, que quiere mostrarnos solo su mejor lado, se apagará momentáneamente, trayendo emociones inconscientes a la superficie. No las bloqueemos, dejemos que se expresen, vivámoslas plenamente, conscientes de que en este momento las emociones son lo que nos impulsa, y si confiamos en ellas, tomaremos la decisión correcta.
Al estar en el signo de Cáncer, este eclipse nos traerá cambios que tendrán que ver con el hogar y la familia, por lo que, por ejemplo, puede haber noticias sobre la casa, es posible que tengamos que enfrentar una mudanza o un cambio en familia.
¡Buena luna nueva con eclipses, y que podamos manifestarnos en todo nuestro esplendor, recordando que somos puro potencial, lleno de infinitas posibilidades!
Ahava, Francesca Zangrandi
