Esta tarde se perfeccionará el último cuarto lunar. Cuando la Luna es menguante, nos ayuda a limpiar, a soltar lo viejo para dejar espacio a lo nuevo; el mes pasado el último cuarto lunar tuvo lugar en el signo de Piscis, mientras que esta vez será en el signo de Aries. La Luna está en el grado 27 de Aries, signo de Fuego regido por Marte, y a sólo dos grados del asteroide Eris, hermana de Aries (Marte) y diosa de la discordia y la lucha. Y forma una T cuadrada con el Sol en Cáncer (que está en conjunción con Mercurio en Leo y los asteroides Ceres, Perséfone y Eros en Cáncer) y con Plutón en Capricornio.
La energía del Fuego de Aries nos invita a encontrar el coraje para iniciar algo e ir en la dirección que queremos, pero aún estamos en la lunación de Cáncer y en este mismo signo hay varios planetas y asteroides, entre ellos Lilith, por lo que es como si algo nos mantuviera anclados al pasado, a las heridas y dolores que nos llevan de vuelta allí, impidiéndonos avanzar, además de hacernos sentir a veces abrumados por nuestras emociones. Y estas dos energías también dialogan con Plutón en Capricornio: Plutón es el dios del inframundo, el señor de la intensidad y el poder, que nos inicia en un viaje de transformación; todo lo que toca Plutón nunca será igual que antes, por lo que nos recuerda que siempre hay algo de lo que necesitamos separarnos, y que aferrarnos a algo que ya no necesitamos obstaculizaría nuestro crecimiento.
¿De qué debemos despedirnos? ¿De personas que son tóxicas para nosotros? ¿De los pensamientos limitantes? ¿De las emociones negativas? ¿De mecanismos y hábitos obsoletos e inútiles? ¿De patrones mentales anticuados?
Plutón nos muestra lo que está oculto, lo que es falso, mostrándonos la verdad (rige el signo de Escorpio). Y el Sol, al estar justo enfrente, nos da la capacidad de ver lo que estaba oculto; ya no podemos fingir que no lo vemos, porque está ahí a la vista. Y la Luna en Aries puede darnos el valor de ver sin ocultar ni fingir más, y decidir qué dejar ir.
Sol en Leo
El viernes por la noche, el Sol hará su entrada en el signo que rige, Leo. El simbolismo asociado a Leo es la cosecha de frutos maduros, la plenitud del esplendor vital, la vida y la luz en su manifestación más poderosa: es el momento en que se disfruta de la cosecha, del éxito alcanzado, de la plenitud y la abundancia. Leo siente en su interior el deber de procrear, pero aprovecha para hacer de ello un juego, un placer, como hace con todas sus pasiones, que transforma en puro y simple disfrute. Leo trae el poder del amor a la Tierra, por lo que todas nuestras actividades deberían estar motivadas por este poder: cada pensamiento debería estar radiante de amor, cada palabra vibrante de amor, cada acción embellecida con amor. La enseñanza de Leo nos habla de identidad y singularidad: quiere que nos sintamos con derecho a ser nosotros mismos, a expresarnos libremente y a compartirnos con el mundo. No es casualidad que represente al rey fuerte y valiente que se expresa a sí mismo y a su singularidad.
¿Qué aceites esenciales pueden ayudarnos en esta época? Por ejemplo, la Casia, que ayuda a ver nuestro propio valor y potencial, acompañándonos en el descubrimiento de nuestros dones y talentos innatos e invitándonos a dejar brillar nuestra luz. O la Rosa de Sarón (Cistus ladaniferus), que ayuda a abrir el corazón y a conectar con la creatividad y el poder creativo. O la Sinergia R.C. que expande el pecho, ayudando a liberar los miedos y desbloquear la armadura emocional. (Si necesitas consejo sobre los mejores aceites esenciales para ti o si quieres comprarlos pero no sabes por dónde empezar para elegir los de mejor calidad, puedes contactar conmigo)
Ahava, Francesca Zangrandi
PD. El próximo jueves, 28 de julio, celebraremos juntas el novilunio en Leo en la CEREMONIA DE LUNA NUEVA – ONLINE: el encuentro será gratuito; si quieres participar, ¡escríbeme!