Equinoccio de otoño y Sol en Libra

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Hoy en todo el mundo se celebra el equinoccio, es decir, el equilibrio de las horas de luz y oscuridad, pero en el hemisferio sur se celebra el equinoccio de primavera, mientras que en el hemisferio norte se celebra el equinoccio de otoño. Por lo tanto, en el hemisferio sur celebramos el punto de equilibrio antes de que la luz se expanda cada vez más y dé comienzo a la estación luminosa del año; mientras que en el hemisferio norte celebramos el punto de equilibrio antes de que la oscuridad se imponga, y la primera de las fiestas del semestre oscuro.

El solsticio de otoño se celebra al final de la época más agotadora del año, cuando se lleva a cabo la segunda cosecha, cuando se acaba el ciclo productivo y reproductivo, y astronómicamente inicia el otoño.   En las distintas tradiciones lo encontramos con diferentes nombres, como Mabon, Alban Elfed, Segunda Cosecha, Día de Acción de Gracias de las Brujas, pero para todos es la puerta de entrada desde la que comienza el verdadero descenso al caldero: después de un tiempo de equilibrio, la luz del día disminuye cada vez más y las actividades deben disminuir o volverse muy introvertidas, comienza nuestro viaje hacia el interior para ordenar, limpiar y hacer espacio para una nueva gestación.

En los Misterios Eleusinos, el equinoccio de otoño era el momento del descenso de Perséfone al Hades, de la separación de madre e hija y del dolor de Deméter; mientras que para los celtas era el momento en que Mabón, el Dios de la juventud, descendía al inframundo para volver a ser una semilla en el vientre de la Diosa Madre (Modron).   Por eso es una invitación a volver a la tierra, al vientre de la Madre, como lo hace la propia naturaleza: los colores iridiscentes de las hojas están cambiando, la Madre Tierra se viste de rojo, naranja y amarillo, recordándonos el inevitable paso del tiempo. Las hojas se transforman y se ofrecen a la tierra; la tierra comenzará a oler a humedad y el sonido de los pasos al pisar las hojas muertas se convertirá en crepitante. De esta tierra húmeda brotará la fertilidad del sotobosque primaveral, de los próximos brotes y de las futuras flores y frutos.

La madre naturaleza nos ofrece ahora sus cosechas y mira con orgullo lo que ha nacido de ellas, pero poco a poco se encamina hacia el descanso: cerrará los ojos y hará oídos sordos a las turbulencias del mundo; la noche llegará siempre antes, invitándonos a entrar en nuestro interior, a desprendernos de las hojas (que corresponden a las cadenas que nos mantienen presos en el pasado) y a entrar en lo más profundo de nosotros mismos para conectar con nuestra semilla de luz, que nos permitirá renacer a una nueva vida la próxima primavera.   Podríamos considerar el equinoccio de otoño como una fiesta iniciática, orientada a la búsqueda de un nuevo nivel de conciencia: es el momento de pasar de la expansión externa a la interna, entrando en el tiempo de la oscuridad para reflexionar sobre los misterios de la transformación. Por lo tanto, también es un momento para hacer balance: tenemos ante nosotros lo que hemos sembrado durante el año, y podemos ver qué frutos hemos cosechado.

Sol en Libra

Y de hecho, es precisamente la entrada del Sol en el signo de Libra lo que marca el inicio de la nueva estación. Las ardientes pasiones del verano han quedado atrás, las hojas amarillean y comienzan a caer, la naturaleza se detiene y es el momento de hacer balance y tomar decisiones: la cosecha se ha recogido, se ha conservado y ahora es el momento de distribuirla equitativamente, al igual que, en función de los resultados, elegimos si aumentamos o disminuimos las cantidades para la siembra del próximo año.   En el zodiaco, Libra es el primer signo que se enfrenta a la dimensión de los demás y a la llegada de la oscuridad, por lo que, por un lado, nos da la oportunidad de trabajar las relaciones (de pareja, familiares, de amistad, de trabajo, de colaboración). Está regido por Venus, por lo que la armonía es la palabra clave, y para Libra significa construir relaciones basadas en la equidad y la justicia.

De hecho, entre las diversas enseñanzas que nos aporta Libra, la más profunda es la búsqueda constante del equilibrio: tal vez sea el signo que más capta el sentido de la dualidad que rige nuestra dimensión y nos recuerda que definimos todo por su opuesto, que lo identifica y lo contiene, y que por eso mismo ambos extremos son importantes, incluso imprescindibles, para crear equilibrio. Por lo tanto, nos invita a encontrar un camino intermedio entre las polaridades, enseñándonos que es al equilibrarlas que podemos experimentar el centro y el equilibrio.

¿Qué aceites esenciales pueden ayudarnos en esta época? Por ejemplo, el Mirto, que es una planta vinculada a la belleza, fue consagrado a Venus porque la diosa, tras nacer de las aguas del mar en Chipre, se refugió en un bosque de mirtos. O el Romero, que da apoyo en momentos de transición y cambio, ayudándonos a cambiar de perspectiva si es necesario. O el Geranio, que ayuda a sentir el equilibrio interior y a conectar con la armonía interior; así como a abrir el corazón para que el amor pueda fluir libremente. O la sinergia Highest Potencial, que te ayuda a conectar con tu voluntad y liberar tu potencial. (Si necesitas consejo sobre qué aceites esenciales son los mejores para ti, o si quieres comprarlos pero no sabes por dónde empezar para elegir los de mejor calidad, puedes ponerte en contacto conmigo)

En este momento de equilibrio, hagamos una pausa para apreciar los frutos de nuestras cosechas, agradecer a la Madre Tierra lo que hemos recibido y honrar su abundancia preguntándole qué podemos hacer para devolverle lo que nos ha dado. Y entonces dejemos ir y preparémonos para el viaje dentro de nosotros mismos, soltando lo que nos pesa y haciendo espacio para lo nuevo; soltando lo que ya no nos sirve, lo que creemos que somos, y preparándonos para experimentar un poco de muerte para finalmente ser lo que estamos destinados a ser.   La semilla se abandonará al vientre de la Madre Tierra, donde no hay luz; pero sabemos que la tierra, como todas las madres, acoge y cuida, y así en primavera la semilla podrá germinar.

Feliz equinoccio, Francesca Zangrandi

 

PD. Dejo aquí abajo tres vídeos: en el primero encuentras el diagnóstico cósmico de este mes lunar, mientras que en los dos siguientes te propongo prácticas (la primera adecuada para estos días de equilibrio, la segunda para los días siguientes, en los que nos sumergiremos en la estación oscura).

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