Esta tarde se perfeccionará el primer cuarto lunar en el signo de Piscis, el último del zodiaco. Por un lado la Luna en Piscis y por otro el Sol en Sagitario: por un lado fantasía, sueños y espiritualidad; y por otro lado aventura, energía vital y filosofía.
Tanto Piscis como Sagitario son signos mutables, es decir, que cierran una estación, por lo que son adaptables, flexibles y versátiles; les encantan los cambios y tienen la ductilidad de sortear obstáculos y encontrar nuevos caminos. En otras palabras, esta energía puede ayudarnos a adaptarnos a los cambios que se han producido o se están produciendo en nuestra vida, pero al mismo tiempo también podemos percibir este momento como muy caótico o poco claro, precisamente porque tenemos muchos planetas en signos mutables.
Y tanto Piscis como Sagitario están regidos por Júpiter, el planeta de la expansión y el crecimiento, de la esperanza y el optimismo, del desarrollo y la abundancia. Sagitario expresa el lado filosófico y aventurero de Júpiter, que tiende a escapar de una meta a otra, mientras que el signo de Piscis, por su falta de límites, expresa el lado más espiritual y expansivo de Júpiter, que tiende a escapar de la realidad. En otras palabras, ¡todo es posible ahora mismo!
La Luna está en conjunción con el asteroide Juno, que representa a la diosa Juno y que en astrología nos habla del sentido de la justicia y de la defensa de las propias ideas, y las dos están conversando con el asteroide Persephone, que está en oposición, en el signo de Virgo, y que representa nuestra capacidad de hacer valer nuestros derechos y afirmar nuestra opinión sin mucho miedo.
Los dos regentes de este primer cuarto lunar, Júpiter y Neptuno, están ambos en el signo de Piscis, el primero ha vuelto recientemente directo y el segundo está preparado para hacerlo en los próximos días. Y los dos forman una cuadratura en T con Marte en Géminis y con Venus, Mercurio y el asteroide Hygiea en Sagitario.
Plutón en Capricornio se opone a Lilith y Pallas en Cáncer: Lilith nos recuerda la importancia de conectar con nuestra naturaleza más instintiva y salvaje, la que hemos ocultado, aplastado o negado durante tanto tiempo, y Pallas Atenea nació literalmente de la cabeza de su padre, Zeus (Júpiter), por lo que es muy mental, se concentra en un pensamiento, en una idea, y la persigue tenazmente hasta que la entiende y la pone en práctica.
Y tanto Plutón como Lilith y Pallas están en cuadratura con Eris en Aries, formando una T cuadrada: Eris, hermana de Aries (Marte), en la mitología era la diosa de la discordia y la lucha, la que lanzó la manzana que dio origen a la Guerra de Troya, y en astrología nos muestra la herida de la injusticia, la rabia ante las opresiones y condicionamientos de un sistema corrupto.
Así que no es el momento de actuar: por un lado podríamos soñar demasiado y dejarnos llevar, y por otro lado podríamos reaccionar con ira, proyectando nuestras heridas. Francesca Zangrandi