Hace tres años iniciamos esta columna «Lunes de mujeres», que sale cada primer lunes de mes, así que ya vamos por la trigésimo séptima cita. Llevamos mucho tiempo hablando del ciclo menstrual, de la menstruación y de todo lo que conlleva, y hoy me gustaría hablar del síndrome premenstrual.
En Occidente, se denomina síndrome premenstrual (SPM) al conjunto de síntomas atribuidos al inicio del ciclo menstrual, como hinchazón de mamas y abdomen, dolor de cabeza, edema de miembros inferiores, estreñimiento, calambres, cambios de humor y cualquier otro síntoma que aparezca regularmente en la fase premenstrual (de un día a dos semanas antes del flujo) y desaparezca con la llegada de la menstruación. Es más frecuente en mujeres de entre 30 y 40 años.
El término «síndrome premenstrual» fue introducido en los años sesenta por Greene y Dalton, y desde entonces se le han atribuido más de 150 síntomas que abarcan campos multidisciplinares: de la ginecología a la endocrinología, de la dermatología a la neuropsiquiatría.
El síndrome puede estar causado por factores físicos de naturaleza hormonal o psíquica, como una disminución de la serotonina, un desequilibrio en la relación entre estrógenos y progesterona, una alteración del metabolismo hidrosalino, una disfunción tiroidea, una carencia de vitamina B6, una hipoglucemia, una neurosis, …
Y no existe una cura específica, pero se recomiendan cambios en la dieta y el estilo de vida, como reducir el consumo de sal, alcohol y café, el consumo de dulces; algunos recomiendan tomar soja, que contiene fitoestrógenos y podría ayudar a reequilibrar la relación entre estrógenos y progesterona. En general, se recomienda la actividad física y, en algunos casos, se prescribe el uso de píldoras anticonceptivas para inhibir la ovulación.
Síndrome premenstrual en medicina china
En medicina tradicional china, el síndrome premenstrual se denomina yue jing tong, que literalmente significa «dolores que preceden a la menstruación«, y precisamente porque no es fácil agrupar los síntomas que aparecen en la fase premenstrual, éstos se analizan detalladamente en los distintos textos, ya que requieren terapias diferentes unos de otros.
Los síntomas pueden incluir depresión, tristeza, irritabilidad, ansiedad, apatía, pérdida de concentración, agresividad, alteración de la libido, alteraciones intestinales, erupciones cutáneas, necesidad compulsiva de comer, tendencia a gritar, propensión a tener arrebatos de ira, comportamiento grosero, hinchazón del abdomen y los senos, insomnio.
Varias causas contribuyen a ello:
- falta de movimiento físico que crea estancamiento del qi;
- la ira, la frustración y el resentimiento pueden, a largo plazo, provocar el estancamiento del qi de Hígado;
- el consumo excesivo de productos lácteos y alimentos grasos favorece la formación de Flema. Si la estasis del qi de Hígado conduce al Fuego, éste puede combinarse con el Flema y acumularse en el pecho y los senos obstruyendo los orificios del shen y provocando distensión sinusal, opresión torácica y cambios de humor; en casos graves, el Fuego-Flema obstruye los orificios del shen y puede conducir a graves trastornos mentales-emocionales, similares a los trastornos psicóticos;
- el exceso de trabajo y la actividad sexual excesiva pueden causar una deficiencia de yin de Riñón e Hígado y cuando estos están en Vacío pueden causar estasis de qi de Hígado.
La mayoría de las mujeres que han acudido a mí porque padecen o han padecido el síndrome premenstrual, caen en estasis de qi de Hígado. Como ya expliqué cuando hablamos de la dismenorrea, la semana anterior a la menstruación es el momento en el que fisiológicamente el qi de Hígado debe moverse para expulsar la sangre acumulada en el útero, pero si tiene dificultades, pueden aparecer diversos síntomas, como hinchazón, tensión y dolor en los senos, retención de líquidos, estreñimiento, irritabilidad, dolores de cabeza, …
En estos casos, el movimiento físico será de gran ayuda para mover el qi de Hígado, y luego la dieta debe adaptarse para ayudar al movimiento del qi.
Pero hemos visto que los síntomas pueden ser varios y también muy diferentes, por lo que las causas pueden diferir de un caso a otro. Y aunque la causa sea la misma, a veces el tratamiento puede diferir de una mujer a otra. Como siempre digo, no se puede generalizar y es importante valorar los signos y síntomas de cada mujer para poder ayudarla de la mejor manera posible, así que si necesitas valorar tu situación según la medicina china, puedes preguntarme o te invito a que te dirijas a una persona experta.
Ahava, Francesca Zangrandi
PD. La próxima cita de esta columna será el primer lunes de febrero, pero, mientras tanto, si deseas mantenerte actualizada sobre los diversos artículos que publico en el blog, puedes suscribirte al boletín en la página web www.quintadimensione.net, poner “Me gusta” en la página Facebook Quinta Dimensione – Francesca Zangrandi, seguirme en mi Instagram https://www.instagram.com/francesca_quintadimensione/ o puedes suscribirte al canal de YouTube Francesca Quinta Dimensione. Y si crees que este artículo pueda interesar a alguien que conoces, puedes compartirlo. Muchas gracias!