Mañana por la tarde se perfeccionará el primer cuarto lunar en el signo de Tauro.
Por un lado la Luna en Tauro y por el otro el Sol en Acuario: Tauro es el primer signo que nos conecta con la forma y nos devuelve al contacto con el cuerpo, los sentidos, el placer, el disfrute de la vida, al contacto con la Madre Tierra, la materia, la abundancia, la prosperidad, la manifestación, el valor que le damos a las cosas pero sobre todo a nosotros mismos; y Acuario es un signo de Aire que nos invita a salir de nuestra zona de confort e ir en una nueva dirección dándonos una nueva visión de las cosas y abriéndonos al cambio.
El Sol está en el mismo grado que Chariklo, el asteroide más grande del Cinturón de Centauros, que en el mito es la esposa de Quirón y la guardiana de los procesos profundos de transformación; en el nombre de Chariklo encontramos la palabra griega «charis» que significa «gracia», y es precisamente la imagen de lo femenino que cuida, que no juzga, que guarda y apoya sin juzgar, con presencia y compasión. Además, ambos se encuentran a sólo un grado del asteroide Proserpina: en el mito, Proserpina es la versión romana de la diosa Perséfone; hija de Ceres, raptada por Plutón mientras recogía flores a orillas del lago, se convirtió en esposa de Plutón y Reina del Inframundo, obligada a pasar seis meses al año con Plutón y seis meses en la tierra con Ceres.
Como en el mito griego, Proserpina descendió al mundo inferior como doncella y regresó como Reina, es decir, como mujer que había reconocido y contactado con su propio poder: y pasó su vida dividida entre su madre Ceres y su marido Plutón. Así, en astrología, Proserpina nos muestra dónde nos sentimos atrapados, desgarrados entre dos bandos, dos personas, dos situaciones; dónde somos desafiados y nos sentimos arrastrados hacia dinámicas que pertenecen a otros. Pero al mismo tiempo nos recuerda que podemos salir victoriosos, como hizo Proserpina al convertirse en Reina del Inframundo, contactando con su poder y convirtiéndose en su dueña; aunque, por supuesto, no es fácil sentirse en medio, disputado entre dos bandos, por lo que es esencial encontrar el propio centro y no perderlo, de lo contrario uno cae a merced de los demás y del exterior.
Y en esta época del año nos encontramos entre el momento más oscuro del año y el momento en que Proserpina regresará a la tierra para abrazar a su madre: ya no como una hija ingenua e inocente, sino consciente de que es la Reina del Inframundo.
Y el Sol forma una T cuadrada con la Luna en Tauro, que está en el mismo grado que el Nodo Norte y está a pocos grados de Urano, y con el Nodo Sur en el signo de Escorpio.
Como si este primer cuarto lunar nos recordara que debemos tener clara la dirección en la que nos dirigimos y la que queremos dejar atrás. Porque el Nodo Sur sí representa lo conocido, las cualidades que ya nos pertenecen, pero todo ello es también nuestra zona de confort; y éste es el momento de salir de la zona de confort e ir hacia lo que realmente nos da placer y nos alimenta, y superar el deseo de aprobación externa para vivir la vida que realmente nos llena.
Ahava, Francesca Zangrandi