Mañana por la mañana se perfeccionará el último cuarto lunar. Cuando la Luna es menguante, nos ayuda a limpiar, a desprendernos de lo viejo para dejar espacio a lo nuevo; el mes pasado el último cuarto lunar tuvo lugar en el signo de Sagitario, mientras que esta vez será en el signo de Capricornio, y lo común a ambos signos es la ambición y el estar orientado hacia los objetivos.
Sagitario nos enseñó a captar el porqué de las cosas más allá de su manifestación, a intuir el orden superior más allá de la perspectiva limitada que tenemos en este plano de la realidad. Y ahora Capricornio nos invita a ser persistentes, a seguir avanzando hacia nuestras metas.
Capricornio tiene una capacidad de resistencia física y espiritual excepcional; es tenaz, obstinado, decidido a conseguir su objetivo, pero no le importa el tiempo que le lleve, para él es fundamental que haya un propósito y una estructura, un plan para lograrlo, y no da un paso hasta que no está seguro de que donde pone el pie habrá apoyo. Mientras Sagitario es un signo móvil, propenso por naturaleza al movimiento y al cambio, ávido de experiencias y de nuevos horizontes que conquistar, Capricornio es un signo cardinal, es decir, que inicia un nuevo capítulo, una nueva energía, marcando el comienzo de una nueva estación.
Así, por un lado tenemos a la Luna dándonos las reglas y enseñándonos disciplina y sentido del deber, invitándonos a llevar a cabo nuestros proyectos y empujándonos a asumir responsabilidades; y por otro tenemos al Sol en Aries, otro signo cardinal que representa la fuerza vital, el impulso por la vida.
Dos energías que pueden ayudarnos a conseguir lo que queremos si encontramos un equilibrio entre ambas: por un lado, el último cuarto lunar nos empuja a terminar nuestros proyectos y empezar a centrarnos en la siguiente fase, pero la energía trabajadora de Capricornio nos hace sentir imparables, capaces de conseguir cualquier cosa. Pero al mismo tiempo Capricornio nos conecta con la responsabilidad y el sentido de hacer lo correcto, lo maduro; y esto puede entrar en conflicto con nuestros planes personales.
La Luna se acerca a Plutón en Acuario, que nos empuja a cerrar y transformar, para hacer las cosas de forma diferente y revolucionaria. Mientras el Sol está en estrecha conjunción con Júpiter, y también están cerca Quirón, Eris y Vesta; y la conjunción con Júpiter significa que podemos soñar con visiones ilimitadas para el futuro, y al mismo tiempo nos recuerda que si podemos imaginarlo, es hora de empezar a actuar para que esa visión se haga realidad.
Es cierto que Capricornio nos recuerda que a veces tenemos que tomar el camino más largo para conseguir lo que queremos, pero Sol y Júpiter en conjunción nos recuerdan que debemos tener presente el panorama general y confiar en nosotros mismos. Por lo tanto, ¡a la búsqueda de la felicidad! Francesca Zangrandi