Esta noche se perfeccionará el último cuarto lunar. Cuando la luna está menguante, nos ayuda a hacer limpieza, a desprendernos de lo viejo para dejar sitio a lo nuevo; el mes pasado el último cuarto lunar tuvo lugar en el signo de Acuario, mientras que esta vez será en el signo de Piscis.
Estos dos signos parecen muy diferentes: Acuario es inventivo, rápido para actuar, capaz de dialogar con los demás, pero también tiene un miedo secreto a perder su propia individualidad, mientras que el signo de Piscis nos habla de liminalidad, de espacio indefinido, de una sensibilidad tan elevada que se traduce en el riesgo de no distinguir la frontera entre uno mismo y los demás. Acuario lleva a vivir de forma mental, a no seguir los pasos de los demás, a pensar en salirse de lo común; mientras que el signo de Piscis invita a la sensibilidad y a volver a la dimensión más espiritual, pasando del «yo soy» al «nosotros somos», disolviéndose en el universo entero, donde todo es uno.
Y en este último cuarto lunar por un lado tenemos a la Luna en Piscis, un signo conmovedor que nos habla de un renacer, pero tras el cierre de algo, por lo que en cierto sentido algo debe morir para dejar espacio a algo nuevo. Y por eso necesita quedarse, entrar en contacto con las emociones, con el sentimiento, con los sueños y la imaginación. El signo de Piscis también se asocia con el subconsciente, los sueños y la intuición, por lo que se nos invita a mirar hacia dentro y conectar con nuestro yo espiritual, a escuchar nuestra intuición y confiar en el universo.
Y por otro lado tenemos al Sol en Géminis, un signo de Aire, mutable, que nos habla de la comunicación, nos conecta con el poder de la palabra, pero también nos lleva a estar muy en lo mental, ya que es inteligente, lógico y tiene la curiosidad de querer saberlo todo. Pero la Luna en Piscis nos recuerda que debemos escuchar al corazón en vez de a la mente.
Plutón está a punto de pasar de Acuario a Capricornio, lo que nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre qué bases y protecciones son las más adecuadas para aprovechar al máximo la nueva era de Plutón en Acuario, caracterizada por las innovaciones tecnológicas y la inteligencia artificial. Porque a partir de enero de 2024 Plutón pasará definitivamente al signo de Acuario, y durante los próximos veinte años aproximadamente traerá grandes transformaciones a nuestra sociedad y a nuestras vidas.
Y mientras tanto sigue siendo el protagonista de la Gran Cruz Fija que lo ve en cuadratura con Júpiter y el Nodo Norte en Tauro, y con el Nodo Sur en Escorpio, y en oposición a Venus en Leo.
Venus entró en el signo de Leo el día después de la luna llena. Normalmente permanece en un signo algo menos de un mes, pero esta vez permanecerá en Leo hasta octubre porque entrará en movimiento retrógrado.
Si me sigues desde hace tiempo, sabrás que cada ocho años el planeta Venus inicia un nuevo ciclo durante el cual forma en el cielo un dibujo geométrico perfecto que parece una rosa y que se llama la Estrella de Venus (es el símbolo que ves dentro de mi logo). Cada pétalo de esta figura geométrica se forma a medida que Venus transita por el cielo en un ciclo de dieciocho meses. Después de cinco de estos ciclos, Venus vuelve al mismo punto de partida, completando la forma geométrica, y entonces comienza un nuevo ciclo.
Un nuevo ciclo se abrió el 3 de junio de 2020 y ahora Venus está concluyendo el dibujo del segundo pétalo de este ciclo, que comenzó en enero de 2022.
Venus alcanza ahora su máxima altura en el cielo, y el mes que viene su máximo brillo, como Estrella Vespertina. De hecho, podemos verla alta y majestuosa en nuestro cielo del oeste al atardecer. Una Venus coronada e iniciada recibirá una transferencia de conciencia: el ciclo de Venus que comenzó en el signo de Capricornio en enero de 2022 culminará en agosto, cuando Venus pasará entre el Sol y la Tierra, comenzando su nuevo ciclo de 18 meses bajo la influencia de Leo.
Ahava, Francesca Zangrandi