Hoy se perfeccionará el primer cuarto lunar, que se produce cuando la Luna forma una cuadratura con el Sol. Por un lado la Luna en Sagitario, signo de Fuego, y por otro el Sol recién entrado en Virgo, signo de Tierra: por un lado el impulso de vagar y seguir las pasiones, buscando independencia; y por otro el impulso de ser racional y analítico, buscando practicidad, seguridad y fiabilidad.
La Luna forma una cuadratura en T con el Sol en Virgo y con Saturno en Piscis: la Luna expande nuestros horizontes, invitándonos a buscar nuevas aventuras, pero se enfrenta al Sol, que nos invita a desviar nuestra atención hacia los pequeños detalles de la vida, ocupándonos de asuntos prácticos, y que a veces nos lleva a ser demasiado rígidos y perfeccionistas, y también a Saturno, que nos pone a prueba para ver si hemos aprendido las lecciones que debíamos aprender y si merecemos el premio final. Así pues, puede haber resistencias, dificultades, obstáculos que frenen la expansión.
Además, recordemos que casi todos los planetas que pueden retrogradar están en movimiento retrógrado o pronto comenzarán a retrogradar: Mercurio, Venus, Saturno, Neptuno, Plutón están en movimiento retrógrado, y también Quirón, mientras que Urano entrará dentro de unos días y Júpiter a principios de septiembre, así que es como si tuviéramos la oportunidad de asimilar las lecciones aprendidas hasta ahora y revisar algunas cosas si es necesario.
¿Cuáles son nuestros objetivos?
¿Dónde estamos ahora mismo en relación con los objetivos que queremos alcanzar?
¿Qué hemos intentado ya para acercarnos a esos objetivos?
¿Qué no ha funcionado hasta ahora? ¿Y qué ha dado resultados?
¿A quién conocemos que ya haya alcanzado un objetivo similar? ¿Qué han hecho?
¿Qué recursos podemos empezar a utilizar?
¿Qué estrategias podemos probar?
¿Qué ocurre si no tomamos ninguna medida?
¿Cuál es el siguiente paso?
Sol en Virgo
El Sol ya ha entrado en Virgo, el segundo signo de Tierra del zodiaco. Virgo representa el cierre de un ciclo y el comienzo de otro: la tierra fértil de Tauro ha llegado al final de su ciclo, y ahora la necesidad ya no es recoger frutos para alimentarse (típico de Leo), sino conservar para la temporada de invierno; el amor de Leo nos ha llevado al servicio de Virgo, la Madre del mundo, la instructora que nos muestra el principio femenino en términos concretos y que mantiene el modelo cósmico de una Tierra purificada y revigorizada en el planeta.
Virgo es un signo que busca la integración individual, tanto física como mental, emocional y espiritual: ha pasado por todas las etapas de los signos anteriores, es decir, por la valentía impulsiva de Aries, la estabilidad de Tauro, la curiosidad de Géminis, la necesidad de arraigo de Cáncer y la creatividad de Leo, y ahora busca reordenar todo lo que ha adquirido para preparar las bases que le permitirán luego salir al mundo y colaborar con el exterior. Para Virgo, todo debe integrarse, encajar, mezclarse: su tarea es consolidar todas las diferentes etapas de la experiencia en un todo orgánico que funcione, preparando el terreno para los siguientes signos del zodiaco, que representan las relaciones con los demás, la sociedad y el mundo.
¿Qué aceites esenciales pueden ayudarnos en esta temporada? Por ejemplo, el Mirto ayuda a desarrollar las habilidades de organización y priorización. O el Romero, que da apoyo en momentos de transición y cambio, ayudándonos a cambiar de perspectiva si es necesario. O el Ciprés, que ayuda a dejar de lado el deseo de control, el perfeccionismo y la rigidez. O la sinergia Surrender, cuyo nombre significa rendición, y que por tanto ayuda a entregarse, a dejar ser lo que ha de ser, permitiéndose fluir con la vida. (Si necesitas consejo sobre los aceites esenciales más adecuados para ti, o si quieres comprarlos pero no sabes por dónde empezar para elegir los de mejor calidad, puedes ponerte en contacto conmigo)
Ahava, Francesca Zangrandi