Esta noche la Luna alcanzará su máxima expansión en el signo de Tauro, acompañada de un eclipse lunar.
Por un lado estará el Sol en Escorpio, en conjunción con Mercurio, Marte y los asteroides Ceres, Persephone y Melusina, y por otro la Luna en Tauro en conjunción con Júpiter.
Escorpio y Tauro se preocupan por establecer y preservar su valor intrínseco: Tauro actúa sobre lo material, mientras que Escorpio busca cultivar los niveles emocional y espiritual, destruyendo los límites físicos. Ambos quieren ayudarnos a centrar nuestra energía: Escorpio lo hace animándonos a enfrentarnos a todas nuestras sombras, a nuestros demonios, porque sólo así encontraremos la paz; Tauro, en cambio, quiere que la encontremos mirando fuera de nosotros mismos y viendo nuestro reflejo en la naturaleza, porque atravesamos los mismos ciclos que las estaciones y toda la naturaleza.
La temporada de los eclipses es un espacio de gran movimiento y profundo poder, donde se crean cambios visibles, donde se manifiesta lo que requiere cambio, movimiento y acción concreta. En cierto modo, es como si nos encontráramos abandonados a nosotros mismos, sin luz exterior, y por lo tanto debemos confiar en nuestra propia luz, en nuestros propios recursos internos para poder avanzar; por eso los eclipses nos permiten dar un salto evolutivo. Obviamente estos cambios no se producen de golpe, inician un proceso que continuará durante todo el periodo en el que se produzcan eclipses en el mismo grupo de signos, y este en concreto cierra un proceso que comenzó con la luna llena en Tauro en noviembre de 2021, que había dado el pistoletazo de salida a la temporada de eclipses en el eje Tauro y Escorpio, que luego se desarrolló en 2022.
¿Cuánto ha pasado en estos dos años, sobre todo en relación con los temas de los que hablan Tauro y Escorpio?
¿Cuánto hemos cambiado en estos dos años?
¿Cuánto de nuestro viejo yo ya ha muerto?
¿Qué nos queda por transformar para sentirnos realmente auténticos y en consonancia con lo que somos ahora?
¿Qué es lo que ya está muerto en nuestras vidas pero a lo que nos aferramos obstinadamente?
¿Qué, en cambio, está palpitando nueva vida y nos pide que le prestemos atención?
Evidentemente, no es que a partir de hoy el tema esté cerrado para siempre, también porque el signo de Tauro seguirá tensionado durante bastante tiempo todavía. De hecho, Júpiter y Urano siguen transitando por aquí y, por cierto, los dos harán una conjunción la próxima primavera.
La Luna está en conjunción con Júpiter, el planeta de la expansión: ahora está retrógrado, por lo que nos enseña que nuestra expansión es interna. Nos anima a dejar de jugar a ser pequeños, recordándonos que para evolucionar debemos superar patrones obsoletos y deshacernos de apegos que nos impiden ocupar el espacio que merecemos.
¿Cuánto creemos que merecemos lo que tenemos?
¿Cuánto creemos que merecemos lo que queremos conseguir?
¿Nos sentimos culpables por alcanzar un determinado estatus o por querer alcanzarlo?
¿Qué miedos y resistencias nos impiden perseguir nuestros sueños?
Estamos a punto de entrar en la estación de Samhain, la época oscura del año. Y cuando todo está oscuro, debemos utilizar otros ojos para ver (la intuición, el corazón, el vientre…) y confiar en que la luz está ahí, más allá de la oscuridad, más allá de la niebla, aunque nuestros ojos no puedan verla. Feliz luna llena, Francesca Zangrandi
PD. Estoy creando material para compartir en redes sociales y en talleres gratuitos que podría serte útil, pero para conocer mejor cuáles son tus necesidades y motivaciones reales necesitaría tu ayuda. Te agradecería mucho que respondieras a esta breve encuesta anónima para mujeres, y como agradecimiento al final te estará esperando un regalo: https://forms.gle/GQ8KDKhSTuRfHX4d6 Y si pudieras ayudarme a compartir con otras mujeres, sería genial. ¡Muchas gracias!
