En el boletín de la semana pasada (que en este momento está solo en italiano) hablé de crisis ya que nos acercábamos a la Pascua, un momento en el que en un nivel trascendental abandonamos las partes de nosotros que ya no nos corresponden para que podamos manifestarnos más en nuestra pura esencia.
Pero me di cuenta de que para muchas personas este es realmente un momento de crisis, lo veo a diario en mi trabajo: quien está en crisis consigo mismo y no sabe qué hacer con su vida; quien está en crisis con su pareja, preguntándose si debe continuar la relación o no; quien está en una crisis laboral y se pregunta si lo que está haciendo es o no lo que quiere seguir haciendo; pero podría seguir con muchos otros ejemplos, porque cada uno tiene su historia.
Comencemos por la etimología de la palabra «crisis» (¡creo que ya entendiste que me gusta tanto!): viene del griego «krisis» que significa «elección, decisión» y del verbo «krino» que significa «separar, distinguir”, recordándonos, por lo tanto, que es hora de tomar decisiones y decidir si pasar de un esquema antiguo a uno nuevo.
Y si tomamos el ideograma chino de «crisis», vemos que está compuesto de dos sílabas, cada una escrita con un carácter diferente: wēi (危), que significa «peligro», y jī (機/机), que significa «momento crucial», señalando aquí también que es un momento difícil que requiere una decisión decisiva.
Entonces, lo que llamamos crisis es un momento crucial en nuestra vida en el que todas nuestras certezas colapsan haciéndonos vacilar, dándonos la impresión de que falta el terreno bajo nuestros pies y generando en nosotros un estado de ansiedad que aparentemente es incomprensible.
Y en este mes de abril de 2019, todas las estrellas nos empujaron y nos están empujando a limpiar, destruir lo viejo y renacer: además de los tres planetas retrógrados (Júpiter, Saturno y Plutón), Plutón se une al Nodo Sur en Capricornio (algo que no es tan común ya que sucede cada 17 años) y la próxima semana también Saturno se unirá al Nodo Sur en Capricornio (algo aún más raro que los dos planetas se unan al Nodo Sur en el mismo período, lo que hace que este momento sea bastante crucial).
Plutón es el planeta más lento y toma 248 años para completar su revolución, es decir, su vuelta alrededor del zodíaco; entró en el signo de Capricornio en 2008 (donde permanecerá hasta 2024) abriendo una puerta que nos permitió ingresar a un lugar de grandes limpiezas, especialmente a nivel del alma.
Plutón tiene una vibración energética muy alta, capaz de destruir todo, creando las condiciones ideales para comenzar literalmente desde cero, a través de una metamorfosis y una regeneración radical. El signo de Capricornio está gobernado por Saturno, el planeta del Karma, así que Plutón, cuando entró en el signo, comenzó una fase de limpieza kármica: ciertamente no es un trabajo fácil, ya que nos hace entrar en nuestras heridas para curarlas directamente desde la raíz; pero este trabajo ha sido y es absolutamente necesario para elevar nuestras frecuencias y prepararnos para el salto dimensional.
Sí, estamos viviendo un período de grandes transformaciones, que a menudo nos hacen sufrir, pero creo que es importante recordar que, incluso si nos desestabiliza, la crisis nos lleva a una fase evolutiva: precisamente porque nos lleva a un equilibrio inestable, somos más propensos a encontrar una nueva forma de relacionarnos con nosotros mismos y con los demás, hasta alcanzar un nuevo equilibrio.
De hecho, la crisis pasa por cinco etapas, la última de las cuales es precisamente el restablecimiento de un nuevo orden, que siempre está en un nivel de conciencia más alto que el inicial.
Además, debemos tener en cuenta que tanto el Nodo Sur, como Saturno y el signo de Capricornio están asociados con el pasado, la familia y los antepasados, por lo que podemos encontrarnos trabajando en temas relacionados con el linaje familiar o aspectos personales que hemos heredado, o también sobre hábitos profundamente arraigados en nuestra alma y en la memoria kármica.
Finalmente, Saturno también se considera el planeta de la responsabilidad, por lo que este podría ser el momento perfecto para asumir la responsabilidad de nuestras vidas para que pueda tomar la dirección que consideramos ser la mejor para nosotros.
Feliz elección, Francesca Zangrandi