Hoy, 5 de enero, la dedicación se hace al Acuario, un signo de Aire que recuerda el viento frío del período más severo del año, cuando la semilla se encuentra debajo de la tierra, transformándose y echando raíces esperando para salir y florecer en primavera.
Acuario mantiene en la Tierra un modelo cósmico que encarna la hermandad con todos los hombres y la amistad que incluye a toda la humanidad y abarca al mundo entero. A través de la benevolente influencia de Acuario, el amor se convertirá en la fuerza motivadora en todo lo que vive; en ese maravilloso día la humanidad emancipada demostrará, como San Pablo profetizara, que el amor es el cumplimiento de la ley, es decir, que cada ley estará fundamentada en el amor, y el amor, a su vez, producirá el cumplimiento de cada ley. Por lo tanto, hoy podríamos poner en práctica este ideal a través de nuestro comportamiento.
El discípulo relacionado con el Acuario es Mateo, el publicano rico y pecador quien, al escuchar el llamado de Cristo lo dejó todo y Le siguió gustosamente; renunció a todas sus posesiones materiales y más tarde recibió como recompensa una comprensión espiritual que halló expresión en su inmortal Evangelio que lleva su nombre.
En el cuerpo, el centro relacionado con el Acuario son las piernas, las dos columnas del templo del cuerpo del hombre, por lo que podemos
visualizarlas en coordinado movimiento y en forma simétrica.
El pensamiento bíblico en el que podemos meditar hoy es: «Vosotros sois mis amigos» (Juan 15,4)
La palabra «amigo» proviene del latín «amicus», que tiene la misma raíz que «amar».
El amor es lo que nos dará la capacidad de abrir nuestros corazones a la vida y, por lo tanto, estar alineados y ser fieles a nosotros mismos.
Ahava, Francesca Zangrandi