Esta mañana se perfeccionará la luna llena en Géminis, el primer signo de Aire del zodíaco, vinculado por tanto a la comunicación, al poder de la palabra, a nuestro niño curioso, que cree que aún hay mucho que aprender, descubrir y explorar. No importa lo mucho que creamos saber y lo seguros que nos creamos, la energía de Géminis nos recuerda que la vida siempre nos brinda la oportunidad de maravillarnos y aprender algo nuevo.
Sabemos que cuando tenemos luna llena, trabajamos con polaridades, y en esta ocasión tenemos a la Luna en Géminis por un lado y al Sol en Sagitario por el otro, que está en conjunción con Marte y el asteroide Ceres.
El eje Géminis-Sagitario tiene que ver con la interacción, la comunicación, el entendimiento y la verdad, y nos da la oportunidad de soltar esas creencias que creíamos verdades absolutas y que de alguna manera nos están limitando, para abrirnos a nuevas perspectivas y nuevos puntos de vista; y al mismo tiempo nos aleja de la verdad dictada por los gurús y nos acerca cada vez más a nuestra maestría interior.
El signo de Géminis está regido por Mercurio, el planeta de la comunicación, el mensajero y la voz, por lo que este plenilunio nos invita a considerar las historias que nos contamos sobre quiénes somos, qué podemos y queremos hacer, hacia dónde vamos y hacia dónde queremos ir. Estas historias nos hacen sentir seguros, pero también nos limitan, cerrando nuestra mente a nuevas posibilidades y poniéndonos etiquetas que quizá ya no sean apropiadas.
Pero podemos reescribir las nuestras en cualquier momento. Todo lo que hace falta es un cambio de perspectiva para redefinir las narrativas o abandonarlas por completo. Y esta luna llena en Géminis nos invita precisamente a romper los moldes que nos limitan a una determinada historia y a la realidad resultante, recordándonos que hoy no tiene por qué ser igual que ayer, y que el mañana aún está por explorar. Y es precisamente ahí, en ese desconocido, donde residen las infinitas posibilidades.
Mercurio comenzó ayer mismo su fase de pre-sombra que precede a la última retrogradación de este año, y está en cuadratura con Neptuno en Piscis, por lo que cierta confusión podría impedirnos tener la mente clara y llevarnos a cambiar constantemente de opinión o a tener dificultades para comunicarnos.
Los dos luminares, pero también Marte y Ceres, forman por un lado una cuadratura en T con Saturno en Piscis, y por otro con los asteroides Lilith y Hekate en Virgo.
Saturno es el planeta del límite, de la disciplina, de la responsabilidad, de la estructura, así que de alguna manera nuestra visión se enfrenta a la realidad.
¿Está nuestra vida alineada con lo que decimos que es nuestra autenticidad?
¿Refleja nuestra vida nuestra verdad?
Pero al mismo tiempo, nos invita a encontrar la manera de llevar a cabo nuestros proyectos, y junto con Lilith, nos insta a construir un camino seguro y ordenado que nos conduzca hacia donde queremos ir, evitando dejarnos abrumar por acciones impulsivas de las que podríamos arrepentirnos.
Feliz luna llena, Francesca Zangrandi