Mañana por la noche se perfeccionará la luna nueva en Aries, el primer signo del zodiaco, el que da el pistoletazo de salida: Aries es la yema que brota, el nacimiento de una idea o un sentimiento, el inicio de una acción y todo lo que se refiere a la primera fase de algo.
El arquetipo de Aries es el Guerrero o la Guerrera que con valentía y determinación actúa para conseguir su objetivo, que no teme romper viejas estructuras que desea cambiar, por lo que nos insta a activar nuestro Guerrero interior, pidiéndonos que nos hagamos valer y expresemos claramente nuestra voluntad. Aries encarna el “yo soy”, por lo que nos insta a desarrollar la autonomía, amplificar la personalidad y adquirir independencia.
Esta luna nueva viene acompañada de un eclipse solar: el tiempo de los eclipses es siempre un espacio de gran movimiento y profundo poder, donde se crean cambios visibles, donde se manifiesta lo que requiere cambio, movimiento y acción concreta; y esta vez será un eclipse total, por lo que será una luna nueva muy poderosa.
Este es el segundo de una serie de eclipses en Aries que nos hablan de nuevos comienzos en materia de proyectos personales, valentía, independencia y autoafirmación. El primer eclipse de esta serie ocurrió en abril del año pasado y el próximo ocurrirá el año que viene, y esta serie de eclipses nos está invitando a ver dónde no hemos sido fieles a nosotros mismos y a tomar conciencia de que los cambios y los cierres son necesarios para nuestro crecimiento, y que podemos manejarlos. Estamos pasando por una prueba, un rito de paso que nos permitirá transformar nuestra forma de actuar y movernos por la vida, dejar morir nuestra vieja versión, desintegrar nuestra vieja identidad y darnos a luz a nosotros mismos, revelando la identidad que emerge de la memoria y la transformación de la sombra.
Los dos luminares están en conjunción exacta con Quirón, la gran estrella del momento, pero también están en conjunción con el Nodo Norte, Mercurio y el asteroide Eris.
Quirón se considera el arquetipo del sanador herido, el que representa nuestras heridas (físicas, emocionales, mentales y espirituales) y al mismo tiempo nuestra curación. El Nodo Norte en Aries nos invita a reconocer nuestro auténtico. Mercurio está retrógrado, por lo que nos pide que bajemos el ritmo y nos tomemos el tiempo necesario para revisar algunas cosas y escuchar el mensaje que nos traen; nos da la oportunidad de soltar viejos conceptos e ideas, pero al mismo tiempo nos ayuda a redefinir y a redefinirnos. Y en esta retrogradación va a reencontrarse dos veces más con Quirón, dándonos la oportunidad de volver a contactar con nuestras heridas y sanarlas, para poder avanzar hacia nuestra expresión más auténtica.
Feliz luna nueva, Francesca Zangrandi