Esta noche se perfeccionará la luna nueva: Sol y Luna estarán ambos en Cáncer, el primer signo de Agua del zodíaco: nos aleja de la actividad mental típica de Géminis para sumergirnos en nuestras emociones más primitivas, aumentar nuestra sensibilidad y ponernos en contacto con nuestra alma, recordándonos que nuestro hogar está donde está nuestro corazón.
Si analizamos el glifo de Cáncer (formado por dos paréntesis que se cierran en anillo y se oponen formando un círculo), podemos ver que las curvas están giradas hacia dentro y que el movimiento indica tanto el regreso a uno mismo como el paso de un estado mental a otro; por tanto, sugiere el contacto con el mundo interior y representa la sensibilidad, la intuición y la emotividad. Sin embargo, también podemos ver en él la representación del infinito, que simboliza el eterno devenir de la vida, recordándonos así la fuerte conexión de Cáncer con el ciclo de la vida.
Normalmente, atribuimos este símbolo a las pinzas del cangrejo, pero la astróloga Joanne Wickenburg sugiere que en realidad representa el símbolo del útero femenino, que contiene el feto, o incluso el pecho; y de hecho, la figura simbólica y mitológica asociada al signo de Cáncer es sin duda la Diosa Madre. La Madre nos habla de vida, de nutrición, de abundancia, de amor incondicional, de dar sin el propósito de recibir algo a cambio.
En este novilunio, los dos luminares están en oposición a Plutón en Capricornio, y será la última vez que experimentemos esta energía, por lo que se trata de cerrar con cierta vibración y abrirnos a algo diferente.
De hecho, es como si Plutón nos ofreciera un cambio de escenario, iluminando dinámicas familiares ligadas a una vieja forma de vivir y hacer las cosas, mostrándonos el dolor y los traumas del pasado, revelando partes de nosotros que aún no hemos sanado y a las que debemos prestar atención. Recordándonos que para recuperar nuestro poder personal es bueno alejarnos de dinámicas anticuadas y reconectar con nuestras necesidades reales, sin dejarnos influir por la familia, los demás, la sociedad.
¿Qué tiene que morir para que alimentemos aquello que nos hace sentir mejor?
Esta luna nueva trae consigo una energía sanadora, y parte de la sanación consiste en romper con viejas creencias, hábitos e incluso zonas de confort. Nuestro dolor puede convertirse en un lugar familiar y es posible que no sepamos quiénes seríamos sin él. El miedo a lo desconocido puede hacer que nos aferremos a nuestro dolor durante demasiado tiempo, permitiendo que moldee nuestro futuro.
Es hora de volver a casa. No a un hogar externo, sino dentro de nosotros mismos. Habitar de verdad nuestra verdad. Estableciendo los límites necesarios para protegernos de aquello que no es sano y nutritivo para nosotros. Y abriéndonos a todo aquello que nos nutre y nos expande. Abriéndonos al futuro y soltando el pasado. Abriéndonos a nuevos conceptos de hogar y familia, y soltando aquello que nos ancla a energías que ya no resuenan con lo que somos hoy.
Cambio de signo de los nodos lunares
Aproximadamente una hora y media después de la luna nueva, los nodos lunares cambiarán de signo tras unos 18 meses, lo que nos llevará a experimentar un nuevo crecimiento evolutivo. El Nodo Sur pasará del signo de Escorpio al de Libra, y el Nodo Norte pasará del signo de Tauro al de Aries.
El eje de los nodos lunares está relacionado con el alma y su evolución: mientras que el Nodo Sur representa de dónde venimos, es decir, la memoria kármica, lo que conocemos bien y lo que nos pertenece, el Nodo Norte representa hacia dónde vamos, es decir, la dirección que nos permitirá evolucionar gracias a sus retos y enseñanzas.
El eje Escorpio-Toro nos ha dado la oportunidad de aprender a confiar en los ciclos naturales de la vida, a estar abiertos al cambio cuando sea necesario. Ambos signos se preocupan por establecer y preservar su valor intrínseco: Tauro actúa sobre lo material, mientras que Escorpio busca nutrir los niveles emocional y espiritual, destruyendo los límites físicos, por lo que hemos tenido la oportunidad de hacer un trabajo interior con respecto al significado de la belleza, el dinero, la prosperidad, empujándonos a encontrar formas creativas de sacar a la luz nuestros verdaderos valores.
Ahora el eje Libra-Aries nos dará la oportunidad de sacar nuestro valor al mundo, tomando el valor de ser individualistas (lo que no significa egoístas) e independientes, mostrándonos tal y como somos, sin miedo a la confrontación o al conflicto con los demás. Y también aprendiendo a poner límites en las relaciones si es necesario, para equilibrar también este ámbito de nuestras vidas.
Feliz nuevo gran inicio, Francesca Zangrandi