De hecho, Escorpio es un signo de muerte y renacimiento que nos invita a la transformación: Escorpio no teme a la oscuridad, sus energías van hacia la oscuridad y la profundidad, y nos lleva a enfrentar nuestras emociones más profundas y así poder cerrar con todo lo que no ha sido completamente elaborado y que de alguna manera todavía influye en nuestra vida y nuestras elecciones. Sólo enfrentándonos a la verdad podemos realmente dejar ir todo lo que ya no necesitamos y transformarnos renaciendo en un nuevo comienzo.
Para los indios americanos, la Madre Clan de este nuevo ciclo lunar es Mujer Camina Orgullosa, la que nos enseña cómo caminar en la verdad, mostrándonos que las acciones son más importantes que las palabras y que, cuando somos los ejemplos vivos de nuestras filosofías, estamos caminando nuestras verdades personales.
Así que dejémosnos acompañar en esta muerte, conscientes de que es sólo el comienzo de nuestro nuevo nacimiento de luz. Como en el momento del nacimiento tuvimos que abandonar el cálido y conocido útero de nuestra madre para seguir viviendo y creciendo, así ahora debemos confiar en que dejar lo que nos ha mantenido seguros hasta ahora es la única solución para avanzar.
Esta luna nos recuerda que la seguridad está dada por la capacidad de transformación continua: quien logra matar lo que ya no necesita, ingresa en algo nuevo; quien logra enfrentarse a sus propias sombras, brilla de luz.
Así que dejemos el miedo y simplemente quedamosnos en el corazón.
Feliz luna nueva, Francesca Zangrandi
