Mañana habrá luna nueva y estará bajo el signo de Escorpio, un signo de agua que desencadena energías emocionales notables, que nos llevan a vivir sentimientos extremos pero también contradictorios. De hecho, el signo de Escorpio está relacionado con la estación de transformación, cuando las hojas caen, se descomponen y se convierten en alimento para la tierra, preparando así el terreno para las semillas aparentemente inertes que esperan la llegada de la primavera para resucitar a una nueva vida.
Escorpio es un signo de muerte y renacimiento y nos invita a la transformación: no teme a la oscuridad, sus energías van hacia la oscuridad y la profundidad, y nos lleva a enfrentar nuestras emociones más profundas y así poder cerrar con todo lo que no se ha resuelto por completo y que de alguna manera todavía influye en nuestra vida y nuestras elecciones.
Pero sabemos que no debemos temer a la muerte, porque en realidad sólo es aparente: la naturaleza nunca muere, incluso si no la vemos, la vida continúa en profundidad; en el universo no se destruye nada, así como no se crea nada, pero todo se transforma (lo que para la hoja es muerte, para la tierra es alimento y cobertura).
Nosotros también pasamos constantemente por ciclos de vida-muerte-renacimiento, y en esta época del año, acompañados por el signo de Escorpio, podemos pasar de la muerte al renacimiento (no es por casualidad que es precisamente en este período que en el cristianismo se celebran los muertos y que los celtas celebran a Samhain).
Para los indios americanos, la Madre Clan de este nuevo ciclo lunar es Mujer Camina Orgullosa, que nos enseña a caminar en la verdad, mostrándonos que las acciones cuentan más que las palabras y que, cuando somos los ejemplos vivos de nuestras filosofías, estamos caminando nuestras verdades personales.
Y Escorpio es precisamente el signo que va más allá de la superficie porque quiere entender cómo son las cosas en verdad: sabe que nada es lo que parece, que lo que uno ve es solamente la punta del iceberg y que para comprender realmente las cosas hay que ir en profundidad; nos recuerda que solamente enfrentando la verdad podemos realmente dejar todo lo que ya no necesitamos y transformarnos renaciendo en un nuevo comienzo.
Así que permitámos que nos acompañe en esta muerte, conscientes de que es solamente el comienzo de nuestro nuevo nacimiento de luz. Como en el momento del nacimiento tuvimos que abandonar el útero caliente y conocido de nuestra madre para seguir viviendo y creciendo, así ahora debemos confiar en que dejar lo que nos ha mantenido a salvo hasta ahora es la única solución para seguir adelante.
Esta luna nos recuerda que la seguridad está dada por la capacidad de transformación continua: quien logra dejar morir lo que ya no es necesario, entra en algo nuevo; quien logra enfrentar sus propias sombras brilla con luz.
Esta luna nueva está acompañada por Venus y Mercurio en Escorpio, por lo que estos días serán muy transformadores.
El Sol y la Luna en Escorpio se oponen a Urano en Tauro: Urano pide transparencia y Escorpio va en busca de la verdad para descubrir los secretos ocultos en la oscuridad, por lo que puede ser que algunos secretos salgan a la luz y nos encontremos viviendo intensidad emocional y relacional, ruptura de patrones y que estas energías nos lleven a hacer cosas que generalmente se consideran fuera del orden social.
Así que soltemos el miedo y simplemente permanezcamos en el corazón; ¡dejemos que el deseo del corazón tome la iniciativa!
Feliz luna nueva, Francesca Zangrandi
