Hoy durante el almuerzo se perfeccionará la luna nueva en Escorpio, un signo de muerte y renacimiento que nos invita a la transmutación; un signo que nos ayuda a definir la verdad que queremos vivir, porque la oscuridad nos da una visión más amplia de quiénes somos y qué queremos en este mundo. En consecuencia, la Luna nueva en Escorpio es una de las Lunas más poderosas del año y trae consigo intensidad, magia y la capacidad de transformar nuestras sombras en luz. Simboliza los misterios que yacen más allá de nuestra percepción terrenal, y este año cae el mismo día en que el velo se hace más fino, entramos en la estación de Samhain y celebramos a los muertos y a nuestros antepasados.
Además, el Sol y la Luna están en trigono con Saturno en Piscis: Saturno nos habla del pasado, la memoria, los antepasados, el karma. De momento Saturno está retrogradando, pero a mediados de noviembre volverá directo, lo que puede acelerar los cierres kármicos.
Regido por Plutón y Marte, Escorpio nos enfrenta cara a cara con la cruda verdad de la vida: saca a la luz las cuestiones más desafiantes de la existencia que a menudo decidimos ignorar simplemente porque nos resulta más cómodo. Y tanto Marte como Plutón están muy activos estos días: Marte está en el último grado de Cáncer y se opone a Plutón, que está en el último grado de Capricornio; ambos planetas están a pocos días de cambiar de signo, y cuando los planetas están a punto de cambiar de signo, su energía se amplifica.
Todo lo obsoleto y no alineado se cae, ya sean máscaras, condicionamientos, programas o creencias. Tal vez sea el trabajo que ya no nos conviene, o una relación que mantenemos sólo por seguridad o por los hijos, o tal vez sean las amistades que drenan nuestra energía. O tal vez sea la imagen que tenemos de nosotros mismos que es negativa y necesita ser cambiada, o tal vez sean los hábitos destructivos que de alguna manera nos daban seguridad pero que ahora necesitan ser transformados.
Tal vez nos sintamos confusos, perdidos y desorientados, tal vez nos sintamos como en una montaña rusa, zarandeados en todas direcciones, pero estamos a punto de cruzar la puerta de la vida que realmente estamos destinados a vivir.
El cambio es tanto un trabajo interior como una transformación exterior durante la luna nueva de Escorpio.
Así que examinamos nuestras creencias, sentimientos enterrados y las limitaciones que nos hemos impuesto. No es una tarea fácil; rascarlos puede hacer aflorar sentimientos poderosos (una de las bendiciones ocultas de Escorpio). ¿El truco? Cavar hondo y apuntar alto: mirar más allá de nuestro alcance habitual y arrojar luz sobre las profundidades de nuestra psique. Bajo los cielos oscuros de esta misteriosa luna nueva, lo que no vemos puede ser mucho más elocuente que lo que ven nuestros ojos, así que permanezcamos abiertos a percepciones no evidentes.
Esta luna también nos recuerda que la seguridad proviene de la capacidad de transformación continua: quien consigue dejar morir lo que ya no necesita, entra en algo nuevo; quien logra enfrentarse a sus sombras, brilla con luz propia.
Escorpio hace consciente lo inconsciente, así que permitamos que esta luna nos revele verdades enterradas, cavemos hondo para descubrir lo que hay bajo la superficie y comprender una capa más profunda de nosotros mismos. Pase lo que pase, recordemos que estamos al mando y que tenemos el poder de decidir dónde poner nuestra energía. Es hora de salir, de liberarnos y dejar atrás la pesadez para entrar en la vida que realmente nos corresponde.
Feliz luna nueva, Francesca Zangrandi