Mañana comenzará un nuevo ciclo lunar bajo el signo de Géminis: el Sol y la Luna estarán conjuntos en el mismo signo, y con ellos los asteroides Eros y Hekate.
El signo de Géminis es el signo de la comunicación y nos conecta con el poder de la palabra, ayudándonos a expresar lo que somos y lo que queremos, por lo que esta lunación nos pide coherencia entre lo que pensamos, sentimos y hacemos. El regente de Géminis es Mercurio, el planeta que está más cerca del Sol y se mueve más rápido, y en el mito representa a Hermes, el mensajero de los dioses que conectaba el Olimpo con los diferentes reinos; por lo que podemos decir que es el planeta de la mente, del pensamiento, de la palabra, de la comunicación.
Ahora mismo Mercurio se encuentra en movimiento retrógrado en el signo de Tauro; en los próximos días empezará a salir del movimiento retrógrado hasta que vuelva gradualmente al signo de Géminis. Pero ahora mismo es como si nos invitara a buscar la forma correcta de decir las cosas, a centrarnos en lo que queremos comunicar antes de pasar a la acción, a dar forma concreta a nuestros pensamientos antes de comunicar nuestro objetivo al mundo.
También porque el Sol y la Luna están en sextil con Júpiter y Marte en el signo de Aries: Júpiter es quien marca el ritmo de este 2022; en la primera parte del año transitó por el signo de Piscis, invitándonos a conectar con nuestra alma, y en abril entró en conjunción con Neptuno, poniéndonos así en contacto con nuestros sueños y deseos, y con el propósito más profundo de nuestra vida. Ahora ha pasado al signo de Aries, donde permanecerá hasta finales de octubre, y luego volverá a entrar en el signo de Piscis hasta finales de año: es como si nos dijera que todo lo que se ha estado gestando en nuestro interior durante los últimos meses debe salir ahora, y que por lo tanto es el momento de empezar a dar los pasos que nos acercarán a nuestra meta; luego, cuando vuelva a entrar en el signo de Piscis, nos dará la oportunidad de verificar si el camino que hemos tomado sigue estando alineado con el propósito de nuestra alma.
La etimología de la palabra «gemelos» proviene del latín «geminus», que se refiere a la pareja de hermanos gemelos, pero también podemos discernir la raíz griega «gamos», que se refiere a hierogamos, o al matrimonio de lo masculino y lo femenino, lo que nos recuerda que sólo la unión de estas dos partes dentro de nosotros nos llevará a estar completos.
Y efectivamente, en el hemisferio norte nos encontramos en pleno Beltane, la estación en la que el dios y la diosa se unen, invitándonos a unir lo masculino y lo femenino en nuestro interior. Sin esta unión, no puede haber ni creación ni abundancia: al igual que para crear una nueva vida las polaridades masculina y femenina deben emparejarse, así ocurre en la naturaleza para que podamos beneficiarnos de la cosecha, y del mismo modo ocurre en nuestro interior para que podamos manifestar nuestros deseos y proyectos en el concreto.
Para los indios americanos, la Madre Clan de este ciclo lunar es la Contadora de Historias, la preservadora de hablar desde la experiencia personal, que nos enseña a hablar desde la verdad, comunicando desde el corazón; nos muestra la fe que necesitamos para abrirnos camino a través de nuestras confusiones, y nos enseña a ser tanto estudiantes como maestros en la vida. Así que esta lunación no sólo nos invita a conectar con nuestra auténtica voz, sino también a hacer una buena limpieza de nuestros pensamientos y creencias. Tenemos la oportunidad de sanar nuestra palabra y utilizarla con amor para expresar y verbalizar lo que necesitamos para vivir nuestra vida y nuestras relaciones, porque las palabras que utilizamos tienen un enorme poder, no sólo las palabras que decimos, sino también las que pensamos: cada palabra que pronunciamos es la conexión directa entre el pensamiento y el plano material, ¡y cada palabra crea nuestra realidad! Por eso es importante prestar atención a nuestros pensamientos y a lo que decimos.
Como dijo Sigmund Freud:
«Las palabras eran originalmente hechizos, y la palabra ha conservado hasta hoy gran parte de su antiguo poder mágico. Con las palabras un hombre puede hacer feliz a otro o llevarlo a la desesperación, con las palabras el profesor imparte sus conocimientos a sus alumnos, con las palabras el orador arrastra al público con él y determina sus juicios y decisiones. Las palabras suscitan afectos y son el medio general por el que los hombres se influyen mutuamente.»
Cada luna nueva nos da la oportunidad de empezar algo nuevo que se desarrollará durante los próximos seis meses y que dará sus frutos con la luna llena en el mismo signo. Precisamente el plenilunio en Géminis se producirá el 8 de diciembre, cuando Júpiter esté transitando el último grado de Piscis, preparándose para pasar al signo de Aries durante un largo periodo. Y Marte estará en conjunción con la Luna: la acción y la intuición se aliarán para conseguir el mismo objetivo.
Así que elijamos con cuidado las intenciones que queremos sembrar en esta luna nueva, ¡que tienen toda la pinta de hacerse realidad!
Feliz luna nueva, Francesca Zangrandi