El próximo domingo la Luna se unirá al Sol en el signo de Leo, dando inicio a un nuevo ciclo lunar. Las dos luminarias estarán en el grado 16 del signo de Leo, que en numerología consideramos un 7, el número de la iniciación y la evolución del alma, por lo que probablemente será un momento de gran revelación y despertar para muchos.
No sólo el Sol y la Luna se encuentran en este signo, sino también Mercurio, y el Fuego (el elemento de Leo) es el elemento asociado al tercer chakra: el Fuego enciende la luz de la conciencia y nos permite activar nuestro poder, dirigiendo nuestras actividades hacia un propósito superior; la Tierra (primer chakra) y el Agua (segundo chakra) fluyen hacia abajo, sujetos a la gravedad, pero el Fuego tiende hacia arriba, destruyendo la forma y llevando la energía cruda a una nueva dimensión.
El propósito del tercer chakra es la transformación, así que permitamos que este fuego transforme; utilicémoslo para quemar todo lo que nos impide expresarnos en verdad y permitirnos finalmente abrazar nuestro poder interior y manifestar lo que somos.
De hecho, la enseñanza de Leo nos habla de identidad y singularidad: quiere que nos sintamos con derecho a ser nosotros mismos, a expresarnos libremente y a compartirnos con el mundo. No es casualidad que represente al Rey fuerte y valiente que se expresa a sí mismo y a su singularidad.
Leo es el primer signo que se convierte en un verdadero co-creador de su propia existencia, por lo que es el momento de escucharnos a nosotros mismos, de comunicarnos con nuestro corazón y contactar con nuestro niño interior, con la divinidad que somos, para experimentar la alegría y el deseo de crear. Nuestro niño interior es el creador del mundo y nos pide que redescubramos la capacidad de disfrutar, y a través de este disfrute crear nuestra vida. Pero también nos pide que cambiemos nuestra relación con nuestro poder creativo: es hora de desempolvar nuestros talentos, reconectar con nuestra alma y permitirle expresarse en toda su belleza y magnificencia, porque Leo nos enseña que todo es posible, y nos invita a no dudar nunca de nosotros mismos y de nuestros sentimientos, animándonos a escuchar a nuestro corazón y a ir con confianza hacia nuestros sueños y deseos.
Así pues, esta luna nueva nos pide que reconozcamos nuestra verdadera esencia y que encontremos el valor para dejar que se exprese y se manifieste: el Sol en Leo nos habla de la afirmación personal, que podríamos comparar con la búsqueda de la piedra filosofal, la búsqueda del oro, del potencial individual dentro de nosotros mismos.
Pero durante este ciclo lunar irán entrando poco a poco más planetas en el signo de Virgo: de momento están Marte y Venus, luego pasará la Luna, después entrará también Mercurio en el signo y por último el Sol (aunque para entonces Venus ya estará en el signo de Libra). ¿Qué significa esto? Significa que poco a poco el elemento Tierra estará más presente, así que mientras el mes pasado experimentamos mucha energía acuosa, influenciada por las emociones y el sentir, ahora nos encontraremos experimentando una energía sólida que nos pide que manifestemos y demos forma a los sentimientos, que seamos prácticos y concretos, haciendo lo que hay que hacer para manifestar nuestra luz en la realidad, para dar vida a lo que nuestro corazón desea.
Este ciclo lunar se producirá en la temporada de Lammas, en la que celebramos la cosecha y, en particular, el trigo. El mito del trigo y la espiga se celebra desde la antigüedad con una especie de ritual de la última gavilla de la cosecha, de la que se tomaban los granos para futuras siembras o se utilizaban las cenizas para regenerar la tierra, recordando el ciclo vida-muerte-renacimiento.
Y, de hecho, para los indios americanos la Madre Clan de este ciclo lunar que comienza es La que Sana, que nos enseña a comprender y honrar los ciclos de nacimiento, muerte y renacimiento, dándonos la capacidad de dejar de lado el miedo a la muerte y aceptar el cambio como una nueva aventura. Tanto si la muerte es el final de una relación, el final de un trabajo o el final de la vida física, La que Sana nos muestra cómo ver más allá de la ilusión de la limitación y celebrar cada giro en el camino como un paso más que nos lleva a la plenitud.
Además, esta Luna Nueva coincidirá con la entrada en el “Lions Gateway”, la Puerta del León, una alineación cósmica que se produce cada año: del 8 al 12 de agosto, Sirio se acerca a la Tierra alineándose con el Cinturón de Orión y las Pirámides de Giza, abriendo un portal cósmico entre los reinos físico y espiritual, permitiéndonos recibir una intensa energía en nuestros corazones que nos ayuda a disolver todas las resistencias y todas las estructuras que nos han protegido en el pasado, para que finalmente podamos manifestar nuestro verdadero yo.
Todo nos empuja a reconectar con nuestro centro irradiante, con nuestra fuente original de energía y creatividad, con todo lo que hace latir nuestro corazón a través de la pasión; y si sabemos canalizar esta energía, viviremos un periodo de gran productividad y creatividad.
Así que la búsqueda de nuestro sol interior se realice y se exprese plenamente.
Feliz luna nueva, Francesca Zangrandi
PD. Mañana a las 10.30 hora de España celebraremos una CEREMONIA DE LUNA NUEVA – ONLINE. La reunión será gratuita, y si te interesa participar escríbeme.