Mañana la Luna se unirá al Sol en el signo de Leo, dando comienzo a un nuevo ciclo lunar. El signo de Leo nos habla de identidad y singularidad: quiere que nos sintamos con derecho a ser nosotros mismos, a expresarnos libremente y a compartirnos con el mundo. No es casualidad que represente al rey fuerte y valiente que se expresa a sí mismo y a su singularidad.
Leo es el primer signo que se convierte en verdadero cocreador de su propia existencia, así que es hora de escucharnos, de comunicarnos con nuestro corazón y de contactar con nuestro niño interior, la divinidad que somos, para experimentar la alegría y el deseo de crear. Nuestro niño interior es el creador del mundo y nos pide que redescubramos la capacidad de disfrutar y, a través de este disfrute, crear nuestra vida. Pero también nos pide que cambiemos nuestra relación con nuestro poder creativo: es hora de desempolvar nuestros talentos, volver a conectar con nuestra alma y dejar que se exprese en toda su belleza y magnificencia, porque Leo nos enseña que todo es posible, y nos invita a no dudar nunca de nosotros mismos ni de nuestros sentimientos, instándonos a escuchar a nuestro corazón y a avanzar con confianza hacia nuestros sueños y deseos.
El arquetipo Leo es una invitación a expresarse y a reconocer el propio valor intrínseco. Cada uno de nosotros es tan necesario en su propio diseño único y perfecto, y cuando vivimos en la posibilidad y la expresión de nuestro potencial creativo, prosperamos.
Pero los dos luminares también están en conjunción con el asteroide Vesta, que representa el fuego interior que nunca se apaga, nuestra llama interior que nos lleva a buscar nuestra verdad y comunicar quiénes somos llevando nuestra llama al mundo. Así que, aún más en esta luna nueva, la danza del cosmos nos apoya para expresar todo nuestro potencial con el fin de realizarnos plenamente.
Venus también está en el signo de Leo, en el último grado, y está concluyendo su estancia en el corazón del Sol, conocida como su descenso a los infiernos, donde ella, y a su vez un aspecto de nosotros mismos, se purifica y libera una carga para luego regresar liberada del pasado. Llevando la corona del poder solar, ahora lleva un mensaje desde las profundidades para iluminar el camino de nuestras almas.
Como estrella matutina, ahora podemos observarla tras la puesta de sol en el cielo como estrella vespertina durante el resto del año. Y justo entre esta luna nueva y el portal del 8-8-8, Venus atravesará la primera puerta del mundo de abajo en su camino de regreso a su reino, ya no como Reina del Cielo, sino como Reina del Cielo y de la Tierra.
Así pues, en este periodo se nos invita a reconocer nuestra verdadera esencia y a encontrar el valor para dejar que se exprese y se manifieste.
El Sol en Leo nos habla de afirmación personal, que podríamos comparar con la búsqueda de la piedra filosofal, la búsqueda del oro, del potencial individual que llevamos dentro. Sumado a la luna nueva, además con los luminares en conjunción con Vesta, diría que todo nos empuja a reconectar con nuestro centro irradiante, con nuestra fuente original de energía y creatividad, con todo aquello que hace latir nuestro corazón a través de la pasión.
¡Que la búsqueda de nuestro sol interior se realice y se exprese plenamente!
Feliz luna nueva, Francesca Zangrandi