Mañana habrá luna nueva: el Sol y la Luna se encontrarán en el signo de Sagitario, el signo que nos pide que trabajemos la maestría que hemos aprendido con el signo de Escorpio y con las diversas muertes que hemos experimentado; de hecho, el lema clave de Escorpio es «yo renazco», mientras que el de Sagitario es «yo entiendo».
Así que nos invita a hacer un trabajo introspectivo, tratando de aclarar todo lo que no hemos entendido completamente hasta ahora y comprender cuáles son nuestros verdaderos deseos. Todo apoyado también por Marte en Escorpio, que nos insta a luchar para sacar a la luz nuestra verdad y encontrar el coraje para hacer los cambios necesarios en nuestras vidas.
La figura mitológica que representa a Sagitario es el centauro, mitad hombre y mitad caballo, representado en el acto de lanzar una flecha hacia el cielo: esa flecha apunta hacia arriba, hacia un punto distante, hacia un objetivo, denotando el deseo de evolución que hay en cada uno de nosotros y la ambición que siempre nos dirige hacia nuevas metas; pero mientras la parte humana se dirige hacia una meta, la parte animal permanece bien arraigada en el suelo, manteniendo un vínculo con el mundo material (que es la parte esencial de la experiencia humana) y recordándonos que el instinto y la razón pueden encontrar un equilibrio.
Sagitario es el último signo del elemento Fuego, pero su fuego no es el impetuoso de Aries, interesado en la conquista, y ni siquiera es el fuego radiante y fuerte de Leo, con la intención de la magnificencia del ego; en el fuego de Sagitario prevalece la iniciativa de Aries y el coraje de Leo, pero es un fuego menos material y más espiritual, que conduce a la iluminación.
El nuevo ciclo lunar que comenzará mañana para algunos se llama «la luna del roble»: el roble debe su vida no sólo al follaje, sino también a la profundidad de sus raíces, recordándonos que es en la oscuridad donde nace la vida, en las profundidades del útero de la Madre Tierra. Entonces, esta luna nos lleva a ampliar nuestra mirada hacia nuestras vidas, al mismo tiempo que vamos a ver nuestras profundidades, nuestras emociones, nuestros miedos y vulnerabilidades, dándoles la bienvenida, cuidándoles y reconociendo el valor y la belleza en nuestra totalidad.
Para los indios americanos la Madre Clan de este ciclo lunar es Ofreciendo Acción de Gracias, que nos enseña a agradecer por la abundancia que necesitamos incluso antes de que llegue, a hacer espacio para recibirla y a celebrar cada victoria (nuestra o de otros) ) con alegría. Además, nos recuerda estar agradecidos por los desafíos que enfrentamos, porque nos enseñan a desarrollar nuestra fuerza interior.
Finalmente, nos instruye sobre el valor de dar y recibir, enseñándonos a estar agradecidos tanto por cuánto podemos dar como por lo que recibimos, lo que nos lleva a abrir nuestros corazones y continuar el proceso de curación.
Ha llegado el momento de expresar nuestra verdad personal, así que confiemos por completo en lo desconocido, abrazándolo, confiando en que en nuestras profundidades sabemos muy bien qué es lo mejor para nosotros.
Feliz luna nueva, Francesca Zangrandi
