Esta mañana, antes de que saliera el sol, comenzó un nuevo ciclo lunar bajo el signo de Tauro: Sol y Luna están en conjunción en este signo que nos habla de manifestación, pero Tauro es también el signo más activo en este momento; de hecho, Urano, Júpiter y Venus también se encuentran aquí.
Tauro es el primer signo que nos conecta con la forma y nos devuelve al contacto con el cuerpo, los sentidos, el placer, el disfrute de la vida, al contacto con la Madre Tierra, la materia, la abundancia, la prosperidad, la manifestación, el valor que damos a las cosas pero sobre todo a nosotros mismos. Tauro es el símbolo de la tierra, de la fertilidad. La estabilidad es la característica del elemento tierra y Tauro la manifiesta de forma inequívoca. La energía es la del crecimiento lento y progresivo, la del alimento generoso y abundante: tras el ímpetu vital de Aries, el retoño recién brotado comienza a crecer y necesita tiempo, calma y tranquilidad; necesita estabilidad y seguridad para echar raíces.
Pero en realidad, en esta zona del zodiaco se están produciendo muchos cambios desde hace bastante tiempo, por lo que es un territorio en el que apenas percibimos esta estabilidad.
Desde noviembre de 2021 hasta octubre de 2023 tuvimos una serie de eclipses en el propio signo de Tauro. De enero de 2022 a julio de 2023 el Nodo Norte transitó por este mismo signo. Y desde 2018 Urano también está en este signo, y sabemos que Urano es el planeta de las revoluciones, de los cambios radicales, de lo inesperado, de romper los esquemas y estructuras existentes para permitir la entrada de lo nuevo.
Así que Tauro busca la estabilidad, pero desde hace algún tiempo ésta es una zona del zodíaco donde se ha producido y se está produciendo una gran revolución.
En esta luna nueva Urano está en conjunción con los luminares, pero en el último año todas las lunas nuevas han estado bajo el hechizo de Urano, lo que nos ha impulsado a mirarnos en el espejo y examinar nuestros patrones y programas. Urano es el planeta del descondicionamiento, la rebelión y la liberación del pasado; está conectado con el futuro y nos inspira a luchar por la innovación y el progreso.
Pero Júpiter también está en conjunción con los luminares y Urano. Júpiter es el planeta de la expansión y la autenticidad, que nos lleva a buscar sentido y propósito; alimenta nuestro deseo de aprender de la experiencia y explorar la vida más allá de nuestra zona de confort.
Tanto Júpiter como Urano se ocupan de nuestra individuación: nos inspiran a ser fieles a lo que somos y, si no sabemos quiénes somos realmente, nos motivan a averiguarlo. Nos animan a no tener miedo a tomar decisiones poco convencionales y a asumir riesgos que puedan acercarnos a nuestro auténtico yo.
Así que esta luna nueva sacudirá las cosas y nos motivará a hacer cambios y a liberarnos del estancamiento, el conformismo y la falta de autenticidad. Tendremos la oportunidad de alinearnos con nuestros valores fundamentales, de cuestionarnos por qué hemos construido nuestras vidas del modo en que lo hemos hecho y de reflexionar sobre lo que podríamos ganar estando en situaciones que nos parecen insatisfactorias e inauténticas. Tendremos la oportunidad de reconocer dónde no estamos alineados con nuestra verdad personal y reestructurar nuestras vidas en consecuencia.
Feliz luna nueva, Francesca Zangrandi