Mañana por la mañana se perfeccionará el primer cuarto lunar en el signo de Acuario.
Por un lado la Luna en Acuario y por otro el Sol en Escorpio: por un lado proyección hacia el futuro, innovación, progreso, libertad; y por otro lado introspección, búsqueda de la verdad, transformación, eliminación y regeneración.
Acuario y Escorpio son signos fijos, es decir, se encuentran en la fase media de las estaciones, cuando las energías se estabilizan. Los signos fijos continúan con los proyectos iniciados por los signos cardinales, que inician las estaciones, pero no les gusta mucho el cambio y difícilmente abandonan una creencia o idea. Esto puede parecer una contradicción si pensamos en las características de Acuario y Escorpio mencionadas anteriormente, pero en realidad esto indica que son signos muy tercos, decididos, obstinados, perseverantes e inflexibles. Y, por tanto, poco proclives a aceptar críticas, consejos y cambios que consideren que pueden interferir en la consecución de su objetivo.
Evidentemente, cada signo tiene sus peculiaridades, y en este caso por un lado tenemos a Acuario, que es un signo de Aire y por tanto mitiga estas resistencias con la virtud de la ligereza; y por otro tenemos a Escorpio, un signo de Agua que tiende a ser turbio, corriendo el riesgo de cargar este aspecto de inflexibilidad.
La Luna está en conjunción con Saturno y el asteroide Chariklo. Saturno, el planeta del karma, se asocia con el pasado, la familia y los antepasados, pero también se considera el planeta de la responsabilidad, el maestro severo que nos pone a prueba para darnos la oportunidad de crecer y evolucionar, y se asocia con la estructura, la estabilidad, las limitaciones, la resistencia y la coherencia. Chariklo, por su parte, es el asteroide más grande del Cinturón de Centauros, que en el mito es la esposa de Quirón y la guardiana de los procesos profundos de transformación; en el nombre de Chariklo encontramos la palabra griega «charis» que significa «gracia», y es precisamente la imagen de lo femenino que cuida, que no juzga, que guarda y apoya sin juzgar, con presencia y compasión.
Así que la medicina de Chariklo y la energía femenina de la Luna pueden suavizar la rigidez y la severidad de Saturno: mientras que Saturno nos invita a seguir la estructura y a buscar la estabilidad, Chariklo y la Luna nos recuerdan que ahora más que nunca es importante aprender a fluir con la vida, a dejar de lado el control y a abrazar la impermanencia de la vida.
El Sol, por su parte, está en conjunción con Mercurio, Venus y el Nodo Sur. Mercurio entró en Escorpio el sábado por la noche y en las próximas semanas nuestros procesos mentales y comunicativos se irán profundizando poco a poco, nos inclinaremos a cuestionar muchas cosas y a transformar pensamientos y creencias.
Uno de los arquetipos ligados al signo de Escorpio es la serpiente, símbolo de la transformación por excelencia precisamente por su piel cambiante, y el Nodo Sur, que representa la memoria kármica, de donde venimos, también se encuentra en este signo, por lo que es como si tuviéramos que cerrar con el pasado y las creencias que tenemos con respecto a los temas ligados a Escorpio, es decir, todo lo que es misterioso, oscuro, tabú, secreto, poderoso, sensual, sexual y ligado al dinero. De hecho, la astrología de 2023 dará la vuelta al asunto, sobre todo a partir de abril, pero ya tendremos ocasión de hablar de ello con más detalle.
El segundo regente del signo de Escorpio es Marte, el dios de la guerra, que representa la acción, el ingenio y la ira, pero que también confiere la capacidad de defenderse atacando. Y etimológicamente, la palabra «agresión» deriva del latín «aggredior», compuesta por «ad» (hacia, hasta) y «gradior» (caminar, avanzar, ir): indica así la acción de acercarse a alguien o a algo, implicando que la agresión sería la entrada en el espacio territorial de otro, dada por un impulso innato capaz de expresar funciones necesarias para la supervivencia.
Marte comienza su movimiento retrógrado en el signo de Géminis, regido por Mercurio: nuestra forma habitual de comunicarnos puede no funcionar, por lo que debemos estar dispuestos a probar un enfoque diferente, a encontrar una forma distinta de expresarnos. Por cierto, Marte está en cuadratura con Neptuno en Piscis: Marte es el planeta de la acción, mientras que Neptuno es el planeta de la ilusión y los sueños; Géminis ama la lógica, los hechos y la información, mientras que Piscis ama la intuición, la imaginación y la creatividad.
¿Cuál es nuestra voz?
¿Qué quiere comunicar?
¿Qué nos susurra nuestra intuición?
Feliz comienzo de semana, Francesca Zangrandi