Mañana por la mañana tendremos la última luna nueva del año, que ocurrirá en el signo de Capricornio, al igual que la primera luna nueva de 2022. Todavía estamos en la energía del solsticio de invierno, que de alguna manera marca un nuevo comienzo, y la luna nueva marca aún más esta vibración de novedad.
Sol y Luna estarán en conjunción, y junto a ellos, en el mismo grado, también estará el asteroide Hygiea, que representa a la diosa griega de la salud y la higiene, y por tanto aportará una buena dosis de sanación y purificación. Y abarrotando este signo, también estarán Venus, Mercurio, Plutón y el asteroide Proserpina.
Sabemos que la luna nueva es el momento en el que se nos pide que plantemos la semilla cuyo fruto queremos recoger dentro de unos seis meses, cuando la luna esté llena en el mismo signo, y Capricornio se caracteriza por una gran tenacidad, determinación y disciplina interior que le llevan a trabajar con la máxima eficacia para alcanzar el objetivo fijado. Es decir, la energía de esta última luna nueva del año nos brinda la oportunidad de establecer objetivos sólidos para el nuevo año y de centrarnos en hacer tangible todo aquello que deseamos manifestar.
Pero Capricornio también nos habla de estructura; de hecho, en el cuerpo físico rige los huesos, el esqueleto y los dientes, que son una prolongación de los huesos. Así que, de alguna manera, se inicia un cambio de estructuras, tanto internas como externas, que veremos cambiar gradualmente en los próximos meses.
¿Qué nos da solidez?
¿Qué es lo que flaquea y necesita reformas?
¿Qué valores ya no resuenan con lo que somos hoy?
¿Cuál es la estructura que creemos que puede sostenernos en el futuro?
Apoyando estos cambios necesarios para nuestro crecimiento y bienestar está Júpiter, que acaba de entrar en Aries, el signo del «Yo soy», después de retrogradar en el signo de Piscis, dispuesto a apoyar nuestra expansión, invitándonos a encontrar el coraje para ponernos en primer lugar y dar un paso hacia nuestro pleno poder.
Y Capricornio está regido por Saturno, que en la mitología es Cronos, el dios del tiempo, así que de algún modo esta luna nueva nos recuerda que es hora de decidir en qué merece la pena centrarse.
¿Qué proyectos queremos alimentar con nuestra energía?
¿A qué personas queremos dedicar nuestro tiempo?
¿Qué aspiraciones queremos apoyar?
Capricornio nos recuerda que es importante tener claro cómo queremos emplear nuestro tiempo para manifestar nuestras intenciones con concentración, determinación y claridad. Y que también es importante tomar decisiones a largo plazo.
El animal simbólico de Capricornio es la cabra que vive en lugares áridos, afrontando las dificultades de la supervivencia en la búsqueda de alimento entre las cumbres inaccesibles. El glifo de Capricornio tiene dos versiones. Uno representa al íbice con pezuñas que vive en las rocas: tanto la cabra como el íbice, cuando están en rocas cerca de precipicios, necesitan saber exactamente dónde ponen los pies, por lo que esto indica la capacidad de evaluación del Capricornio, de moverse sólo después de haber evaluado todos los riesgos y de haber comprendido cómo superar un posible problema; y en caso de que esto no sea posible, o no sea previsible, es capaz de renunciar a su proyecto.
La segunda versión, en cambio, representa una cabra con cola de pez, y expresa la doble naturaleza de Capricornio: por un lado, las profundidades de los abismos (sinónimo de espiritualidad interior), y por otro, las cumbres más altas y aisladas (sinónimo de austeridad, pragmatismo y tenacidad). Y la imagen de la cabra con cola de pez también nos muestra cómo es necesario estar profundamente en contacto con las propias emociones y valores (característica de la polaridad opuesta, Cáncer), pues de lo contrario el ascenso a la cima estará jalonado de continuas caídas y dificultades, porque faltará el apoyo emocional subyacente.
Así que aprovechemos esta disciplina que nos trae la luna nueva pero también el Sol, que permanecerá en Capricornio durante unas semanas, enseñándonos a ser sólidos, tenaces, ambiciosos y responsables.
¿Qué aceites esenciales pueden ayudarnos en esta temporada? Sin duda, aceites que nos ayudan a mantenernos conectados con la tierra y enraizados en la realidad, porque eso es lo que necesitamos para centrarnos en nuestros objetivos. Así, por ejemplo, puede ser bueno el Vetiver, que por un lado nos ayuda a encontrar un rumbo más definido en la vida y, por otro, nos conecta con nuestros pensamientos y emociones. O Cedarwood, que ayuda a reequilibrar el primer chakra. O la sinergia Grounding, creada precisamente para arraigar y estabilizar. (Si necesitas consejo sobre los mejores aceites esenciales para ti, o si quieres comprarlos pero no sabes por dónde empezar para elegir los de mejor calidad, ¡puedes ponerte en contacto conmigo!)
Feliz luna nueva, Francesca Zangrandi