Mañana se perfeccionará el último cuarto lunar en el signo de Escorpio. Como ya sabemos, cuando la Luna está menguante, nos ayuda a limpiar, a soltar lo viejo para dar paso a lo nuevo, y esta vez además está en el signo que más nos invita a profundizar y transformar o soltar aquello que ya no vibra con lo que somos hoy.
Así que es hora de hacer una limpieza profunda. Cualquier resistencia al crecimiento o al cambio caerá, porque hemos escuchado la llamada de algo nuevo alto y claro, pero primero debemos estar dispuestos a dejar morir aquellas partes de nosotros que ya no resuenan con lo que hemos descubierto o sentido que somos hoy.
Se nos pide que miremos a la oscuridad, a nuestras propias profundidades, reconociendo lo que nos frena y así poder cerrar con todo lo que no ha sido completamente procesado y que de alguna manera todavía influye en nuestras vidas y nuestras elecciones. Escorpio es un signo de muerte y renacimiento y nos invita a la transmutación.
Y la Luna está en trígono con Júpiter y Eros en Piscis, el primero expandiendo la necesidad de buscar la verdad y el segundo invitándonos a expresar lo que está en línea con nuestros deseos.
Y la semana pasada, después de unos 18 meses, los nodos lunares cambiaron de signo, llevándonos a experimentar un nuevo crecimiento evolutivo. Ahora el Nodo Sur ha pasado del signo de Sagitario al de Escorpio, y el Nodo Norte ha pasado del signo de Géminis al de Tauro.
El eje de los nodos lunares está relacionado con el alma y su evolución: mientras que el Nodo Sur representa de dónde venimos, es decir, la memoria kármica, lo que conocemos bien y lo que nos pertenece, el Nodo Norte representa hacia dónde vamos, es decir, la dirección que nos permitirá evolucionar gracias a sus retos y enseñanzas.
El eje Sagitario-Géminis nos ha dado la oportunidad de soltar creencias que pensábamos que eran verdades absolutas y que nos limitaban de alguna manera, para abrirnos a nuevas perspectivas y nuevos puntos de vista; y al mismo tiempo nos ha ayudado a alejarnos de la verdad dictada por los gurús y acercarnos cada vez más a nuestro maestro interior.
Ahora el eje Escorpio-Tauro nos dará la oportunidad de aprender a confiar en los ciclos naturales de la vida, a estar abiertos al cambio cuando sea necesario. Ambos signos se preocupan por establecer y preservar su valor intrínseco: Tauro actúa sobre lo material, mientras que Escorpio busca cultivar los niveles emocionales y espirituales, destruyendo los límites físicos, por lo que tendremos la oportunidad de hacer un trabajo interior sobre el significado de la belleza, el dinero, la prosperidad, empujándonos a encontrar formas creativas de sacar a la luz los verdaderos valores. Francesca Zangrandi